domingo, 26 de agosto de 2012

II Titán de la Mancha año 2010.

Siguiendo con nuestro reto de llegar a disfrutar de la IV edición de La Titán de la Mancha, la de este año 2012, con garantías de terminar y disfrutar de la carrera y para ello entrenar realizando las ediciones anteriores hoy hemos realizado el recorrido que se debería haber hecho en el año 2010.

La Titán de la Mancha 2010 ha sido para mi gusto más bonita que la del 2009, tiene algo más de desnivel y hemos pasado por sitios más entretenidos para la bicicleta de montaña que en la edición del año anterior, para nosotros el domingo anterior, la del 2009.

Esta semana estuvieron apunto de unirse a nosotros más personas, una que no pudo por el trabajo, otra que llegaba de sus vacaciones muy justito de tiempo, pero al final hemos salido tres, un 50% más que otras veces.

David, Ángel Luis y yo nos aventuramos a las 00:00h. de la noche para recorrer los 230 kilómetros de caminos y sus 1.300 metros de desnivel positivo en 16 horas con paradas incluidas.

En el año 2010 tardaron 18 horas, dos más que nosotros, y comparando con la que hicimos la semana pasada esta ruta tiene 5 kilómetros más, 400 metros más de desnivel positivo y hemos tardado casi una hora menos en hacerla. Para evaluar bien estos datos hay que tener en cuenta los pinchazos de la semana pasada, el atracón a melón y sandía que nos dejó rotos en mitad de la llanura manchega, y que en el 2010 tuvieron lluvias por segundo año consecutivo y los caminos estaban impracticables para la bicicleta, nos contó Fran Lorente de www.rutasporalcazar.com que ese año tuvieron que modificar el recorrido planteado y salir a la carretera con las bicis en hombros para ir a un lavadero de otro pueblo para quitar el barro y poder continuar.

A favor de los que la hicieron en el 2010 decir que no es lo mismo organizar una parada para 3 ciclistas que para 60, los tiempos de reacción se multiplican y en nuestro perjuicio pensar que llevábamos todo el peso encima, la mochila con 3 litros de agua, toda la comida, todas las herramientas, hasta un candado para atar la bici cuando pasamos a tomar un café.

Nosotros hemos hecho el trazo original, digamos el bueno, no el que se hizo en el año 2010 que fue alterado por la lluvia y no el realmente planteado.

Si seguimos con nuestro planteamiento nos vamos a hacer 4 Titán de la Mancha en un mes, casi 1.000 kilómetros dentro de la misma prueba, 750 kilómetros de entrenamiento y 250 de disfrute, además de lo que llevamos encima.

Más o menos cada mes hago entre 400 y 500 kilómetros, 600 máximo, el record hasta ahora fue el mes anterior a El Soplao que sumado a la Semana Santa salieron 893 y me pareció muchísimo, este mes de agosto voy a recorrer justo 1.400 kilómetros... para mi sin palabras. Así me pasa que tengo más gastos en repuestos de la bici que en un coche ya algo viejo, gasto más en ruedas en la bici que en el coche.

No se como estarán entrenando otros, pero para garantizar disfrutar yo y también dejar disfrutar a otros sin que estén pendientes de mi creo que es necesario, al menos en mi caso, llegar fuerte y con garantías de terminar.

La ruta del próximo 22 de septiembre, ya que no me gusta llamarla carrera al no ser competitiva, será de la misma distancia pero con más del doble de desnivel que esta del 2010, hay que estar realmente preparados para conseguirlo.

David y yo quedamos en la farmacia de la Avd. de la Constitución y de ahí nos fuimos a la Plaza de España en donde habíamos quedado con Ángel Luis, allí estaban las mujeres e hijos de ellos que nos hicieron unas fotos y nos despidieron. Para mi ahí empieza la parte más dura de la ruta, la noche.

El día anterior había dado un repaso grande a mi bicleta, había cambiado las dos roldanas, la de arriba estaba regular solamente pero la de abajo... la de abajo como dice David parecía una estrella ninja, con todos los dientes de punta, también cambié la cadena, la tercera cadena sin cambiar los piñones que aunque no haya apurado las cadenas no dejan de ser entre 1.500 y 1.800 kilómetros por cadena y esta era la tercera que ponía limando los dientes de los piñones más pequeños. Cambié el eje de pedalier porque la vez anterior que hice el mantenimiento observamos David y yo que tenía una cazoleta mal y no sellaba bien dejando pasar agua y barro al interior, cambié el disco de freno trasero que en el viaje de Gandía de esta Semana Santa se llevó un buen roce con el carro perdiendo el esmalte y ahora lo llevaba todo oxidado pero como cambié el delantero de un disco de 185 a uno de 165 tenía uno en buen estado y sin utilizar... coloqué las manetas de los frenos para que los cables del cambio no se enganchen en los tornillos de la potencia y en manillar, y por último desmonté el casete que llevaba flojo, engrase eje y trinquetes para quitar ruidos y holguras de la rueda.

Hubo un momento en el que tenía toda la bici desmontada, y no sabía por donde meter mano a la bici, para una cosa me faltaba herramienta, para otra conocimiento, otra cosa no recordaba como se hacía, llamé por teléfono a David para contarle la situación y era tan cómica que se pensó que estaba haciendo un monólogo del club del chiste y tuvimos que colgar para dejar de reirse y volver a llamar pasado un rato.

Y eso por no contar que aunque todo terminó bien la cadena la monté mal y empezó a limar la patilla del cambio, y que la rueda trasera se quedó totalmente frenada y hasta que no desmontamos y volvimos a montar en casa de David este mismo sábado por la tarde no tenía asegurada mi salida a la Titán de la Mancha 2010.

Si no hubiera sido por David creo que hubiera tenido que abandonar la ruta antes de empezar y/o que hubiera terminado por comprarme unas ruedas nuevas túbules que tengo ganas y no hago ya por no invertir más dinero en la bici.

De camino a la plaza para recoger a Ángel Luis la cadena iba saltando constantemente, no iba a poder hacer ni los primeros 20 kilómetros. Llegamos a la plaza y después de la foto y la salida iba todo el rato metiendo ruidos con la cadena, pero eran solo los piñones más pequeños, el uno, el dos y un poco el tres, los que más se desgastan y uso yo.

Después de los primeros 30 kilómetros el pión 3 dejó de hacerme ruido, y algo menos los demás, después de los primeros 100 kilómetros el piñón 2 dejó de hacerme ruido y el 1 un poco menos, después de 200 kilómetros tenía la bicicleta en mejor estado que cuando empecé, voy a poder apurar la tercera cadena perfectamente sin cambiar el casete, solo necesitaba un periodo de adaptación de la cadena nueva con los piñones viejos de 200 kilómetros.

La noche sigue sin gustarme, no le he cogido el gusto a esto de las rutas nocturnas y menos haciendo más de 7 horas de noche con focos. Desde Alcázar hasta que Malagón que llegamos ya amaneciendo hicimos un montón de kilómetros sin disfrutar del paisaje y de una parte importante y bonita de la ruta.

Quizá cuando salgamos en la edición de este año cerca de 100 participantes la noche sea más divertida, pero con dos o tres participantes por mucho que nos contenemos cosas, por mucho que digamos cuatro tonterías para reírnos esto es aburrido a más no poder.

Empezamos al llamado ritmo Titán o Soplao, conteniendo los 20 km/hora o máximo 25 km/hora en previsión de los muchos kilómetros que había que hacer. Y con paradas pensadas cada 30 o 35 kilómetros para comer algo. Así pasado Quero hicimos la primera para comernos una barrita, plátano o sandwich y la segunda la aguantamos hasta Consuegra, pasamos Madridejos casi a oscuras y casi sin cruzarnos con nadie por sus calles.

En Consuegra si había algo de gente, al empezar a subir los molinos se escucha música de algún corral que podría ser incluso alguna discoteca de verano y al llegar arriba cada uno a su ritmo nos reagrupamos para tirar otro bocado.

La bajada de los molinos se hacía por la parte de atrás, siguiendo el track creíamos que era por encima de unas piedras grandes y cortantes y tuvimos que hacer casi toda la bajada con las bicis en los hombros, a la izquierda veíamos un sendero pequeño pero nuestra intención era intentar respetar el track al 100%. Luego en Alcázar nos enteramos que si teníamos que haber bajado por el sendero montados y no por encima de las piedras, que por cierto es un camino según reza allí perteneciente al camino de Don Quijote y acto para sillas de ruedas.

Después de Consuegra nos quedaba cruzar Sierra Luenga, pasamos por un sendero muy divertido que no conocía o no recordaba y estuvo bien, luego paramos en Fuente Umbrión porque Ángel Luis llevaba poca agua y necesitaba repostar, desde Consuegra hasta Fuente el Fresno no llegábamos a ninguna otra población con agua y casi seguro que lo haríamos de noche con todo cerrado.

Como paramos en Fuente Umbrión en Cuatro Caminos que está cerca, no hay agua y ya nos habíamos comido otro par de plátanos tiramos cuesta abajo dirección al siguiente pueblo. A mi me estaba dando rabia que para ser la primera vez que pasaba por esta parte de la sierra fuera de noche y sin apreciar nada, no puedo decir ni que fuera bonito ni feo, simplemente era oscuro.

Unos metros antes de llegar al cruce con la N401, la carretera de Toledo a Ciudad Real, se nos cruzaron a unos 20 metros tres ciervos, la verdad es que yo solo vi a uno, al último, que fue cuando levanté la cabeza para ver el ruido que tenía delante mía, incluso la verdad es que lo escuché antes pero ni miré pensando en que era cualquier otro animal y no di importancia pero cuando escuché a David decir que eran ciervos vi al último cruzar.

Nos acordamos del famoso vídeo que salió en la TV el verano pasado que se veía a dos ciclistas en una llanura en África y que un antílope o otro animal similar se cruzó y arrollo a uno de ellos y lo embistió tirándolo al suelo.

Llegamos a Fuente el Fresno de noche y cruzamos sin más, sin hacer fotos ya que no salen bien por la noche y sin nada, para continuar al siguiente con la esperanza de que ya por la hora que sería fuera de día en Malagón.

En Malagón efectivamente ya había salido el sol, o por lo menos la luz y necesitábamos parar y descansar para tomar como mínimo un café. En el bar que encontramos abierto no había nada, café y copas, nada para comer, ni bocadillos, ni bollos, ni ningún otro alimento, con el café y mojando una barrita de cereales de las mías continuamos la ruta.

Desde las 2:00 am que estaríamos llegando a Consuegra hasta las 7:30 am que estaríamos en Malagón pasamos algo de frío, la temperatura más baja que alcanzamos fue de 10 grados, y a 10 grados con calor en la subidas y con aire en la bajadas se tiene sensación de frío. Ángel Luis se puso un chaleco cortavientos y los tres nos pusimos los manguitos, David además se llevó las perneras que no se puso.

Desde Malagón seguimos descendiendo dirección Sur y antes de llegar a Ciudad Real y pasadas ya las tablas de Daimiel dábamos un giro siguiendo la ruta hacía el noeste para regresar a Alcázar pasando todavía por bonitos sitios, y además de día para poder valorarlos.

El primero era conocido para David y para mi de cuando hicimos la primera ruta provincial junto con Carolina y Belén, es la ermita de junto al Castillo que los tres quisimos fotografiar provocando las risas.

Desde aquí pasamos por las tablas de Daimiel pero por el lado norte que yo no conocía ni apreciamos bien.

Desde aquí seguimos ascendiendo hasta la carretera de Villarrubia de los Ojos, un repecho que le hizo mella a Ángel Luis, llevábamos muchas horas con pocas paradas y todas cortas y necesitaba comer urgentemente. Desde la carretera venía otra subida a la ermita de Nta. Sña. Virgen de la Sierra que no conocíamos pero Ángel Luis si de otras rutas por esa zona, aquí es cuando ya terminó de agotarse y necesitar urgentemente comer, era las dos cosas, no solo descansar, era descansar y comer para recuperar, llevaríamos más de 150 kilómetros y todavía nos quedaban unos cuantos como para no reponer lo suficiente.

Nos hicimos unas fotos mientras recuperaba para unos sube bajas que él sabía que venían después de esto y tiramos para Villarrubia. Yo durante las subidas no esperaba, iba bien a mi ritmo de 12-15 km/hora y sabía que si me quedaba despacio atrás después no iba a recuperar, prefería subir a mi ritmo y esperar lo que fuera necesario arriba como nos han esperado a todos en cualquier momento en el que nos hemos visto mal.

Desde uno de los altos vimos a lo lejos las Tablas de Daimiel y se veía un paisaje precioso, no quise hacer ninguna foto con la gopro sabiendo que no se iba a apreciar, salen muy bien las fotos de cerca pero no para captar cosas pequeñas y lejanas sin zoom.

Tardamos mucho en ver Villarrubia, llevábamos mucho tiempo y kilómetros cerca, pero cuando no era una montaña la que tapaba el pueblo era otra y hasta que no llegamos a Villarrubia no vimos donde estaba.

Tanto David como Ángel Luis conocían un bar que según contaban se come mucho y barato, decían que con tres raciones comíamos perfectamente y que un bocadillo era mucho, que lo mismo nos teníamos que pedir un montado de lo grandes que eran los bocadillos, me hicieron salivar más que al perro de Paulov y yo que no tenía hambre terminé con ganas de encontrar el dichoso bar.

Ellos se comieron los dos un bocata de salchillas igual que la semana anterior David y yo, pero con la diferencia de ser algo más grande y cambiar las 4 salchillas que tenía el de David por almenos 10 salchichas de este bocadillo, con un refresco y un café se me hizo que habíamos estado en el bar una hora descansando, en realidad fueron solo 25 minutos tiempo suficiente para cuando vas bien pero insuficiente para cuando vas algo tocado.

Durante este tiempo por los móviles nos iban animando y preguntando por la hora de llegada, quise calcular por lo alto para no hacernos esperar y dije que sobre las 16:00h estaríamos entrando a la Plaza de España de Alcázar de San Juan.

A las 12:00h. saldríamos para Alcázar de Villarrubia con menos de 60 kilómetros de distancia para terminar, aun eso y que nos quedaba dos subidas apunté a 4 horas para terminar.

Subimos Campanarejos, David más fuerte se quedó con Ángel Luis para ayudarle a subir a rueda, yo preferí esperar todo el tiempo que fuera necesario arriba pero no ir dando tirones que me pasaran factura al final de ruta. Por esto subí el primero y allí los esperé mientras me quitaba los manguitos, habíamos pasado de 10 grados por la noche a 42 grados a las 2:00 pm de la tarde.

Al llegar a la cruce de la carretera de Andalucía para continuar hasta Camuñas Ángel Luis se encontraba mal del estómago y tuvimos que parar un rato, ni las salchichas ni los geles le habían sentado bien, necesitaba hidratarse y se acordó de una tónica para que le ayudara al estómago, me dio una envidia enorme y ya fui hasta Camuñas pensando en tomar yo otra tónica.

Repusimos fuerza con unos refrescos y ya saboreamos la gloria de la ruta conseguida, Ángel Luis participó con éxito en la Titán de la Mancha del 2011 y con esta serían dos Titanes las que tenía realizadas y David y yo la de la semana anterior 2009 y esta 2010 también pasaríamos a tener doble corona de titanes.

En Villafranca hicimos una breve parada para rellenar los botes y mochilas de agua y ya sin más descanso y quizá forzando un poco el ritmo pues Ángel Luis ya se había recuperado del estómago llegamos a la plaza donde nos estaban esperando Luis (El Cuco) y Fran Lorente. Genial compartir una cerveza no solo nosotros  tres sino además con dos de los artífices de esta ruta y con Miguel Ángel que también pasó por la plaza para saludarnos.

Creo que ahora mismo estoy más fuerte en la bicicleta que nunca, más que cuando El Soplao, y no es que esté más fuerte que nadie, casi en cualquier comparación saldría perdiendo, es que estoy más fuerte que yo hace un tiempo, me comparo solo conmigo mismo. Hoy tendría más garantías de terminar una prueba como El Soplao que hace cuatro meses pero eso no quita que el día de una prueba se tenga un mal momento, una avería, una mala digestión, o lo que sea y te cueste más de lo normal. No hace mucho he hecho rutas de 50 kilómetros y me han tenido que esperar o ayudar por avería o por lo que sea. Y otra cosa que he notado en mejoría es que desde hace ya también varios meses que haciendo rutas más largas y más duras no tengo pinchazos ni calambres en los gemelos, en realidad empiezo ahora a disfrutar de la bici, es ahora cuando hago 100 o 200 kilómetros y termino satisfecho, sonriendo y pensando en la siguiente ruta.

La semana que viene David no puede hacer la Titán de la Mancha 2011 y como es lógico las tenemos que hacer juntos o con más gente, pero me tengo que preparar una ruta que considere dura para seguir mejorando y dentro de dos semanas hacer la ruta con más kilómetros hecha hasta ahora con más de 250 kilómetros de caminos.

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