domingo, 18 de octubre de 2009

Fiesta de la bici en Alcázar de San Juan con bici nueva.

Por cosas de la casualidad y azar coincidió que el día anterior a esta foto estuvimos en Madrid comprando una bici nueva a Paula, la suya le quedaba muy pequeña y tenía un golpe contra el techo de un aparcamiento al llevarla en lo alto del coche.

La "naranja" valía para Marcos si la  llevaba a arreglar, y preguntando me dijeron que había una tienda llamada Repabike en la que me podrían arreglar las manetas de los frenos golpeadas, poner cable nuevo y ajustar en definitiva los frenos para que no se me matara el niño.

A los dos les quedaban un poco grandes pero Marcos se apañaba bien con las rueditas laterales que volví a poner y Paula de puntillas llegaba al suelo. Salimos a la calle a estrenar la bicicleta y vimos que estaba toda la calle llena de gente, sobre todo niños con sus padres, haciendo un recorrido protegidos por la policía. Que buen día para estrenar una bicicleta nueva.

Yo desempolvé la mía con la intención de volver a guardarla lo antes posible y Belén con la suya nos dimos el paseo.

A Paula la encantó su bici, con su cesta delantera y con sus colores nuevos, el tamaño no la hacía ir muy segura pero estaba encantada, Marcos que había heredado algo viejo se vio recompensado con una sirena de policía para su bici, era lo mejor de su bici nueva, cuando pasábamos cerca de un policía tocaba la sirena para que supieran que él era de los suyos, de los buenos.

Recordé que cuando había montado en bici me había gustado pero que cuando llevaba mucho tiempo me dolía todo, la volví a guardar pero pensando en que me gustaría saber/poder montar con más frecuencia.

domingo, 26 de julio de 2009

Enseñando a Marcos

El mismo año que enseñé a Paula a montar con la bici sin rueditas enseñé también a Marcos, quizá a Paula con 6 años ya iba siendo hora pero a Marcos 4 años le iba a enseñar bien pronto.

He visto varios modos de enseñar, unos he visto que quitan una rueda y dejan otra pero creo que el niño así se acostumbra a ir con todo el peso a un lado y tarda mucho en aprender, he visto a otros que dejan las dos ruedas pero más flojas o desniveladas para que no siempre apoyen en el suelo aquí creo que sucede lo mismo, el niño se da cuenta de que no se llega a caer nunca y va sin miedo y sin preocuparse de guardar el equilibrio en la bici, he visto a otros que ponen un palo en la parte trasera convirtiendo la bici en una especie de triciclo/correpasillos pero de dos ruedas y este método quizá no tenga los vicios de los dos anteriores pero el niño va despacio y es el padre el que hace fuerza con los brazos, y luego está el método que yo utilizaba que es correr yo detrás del niño como un loco esperando en momento en el que se va a caer para cogerlo de la camiseta y levantarlo para que no llegue a caer. La desventaja de este método es que en 20 minutos te has dado 5 carreras largas y estás que no puedes más, pero también es cierto que en una mañana el niño sale pedaleando solo y sin ayuda.

Si Paula tardó dos o tres días en aprender, Marcos que es mucho más deportista tardó un solo día, cada vez que tenía que descansar me decía que una carrera más, que no me cansara tanto que tenía que aprender ya, y yo seguía corriendo agarrándole durante la arrancada de la camiseta a la altura del cuello y poco a poco cuando tenía el equilibrio le soltaba, si veía que se desnivelaba le gritaba que pusiera el culo y espalda rectas y en el medio de la bicicleta y le volvía a agarrar por si se caía se cayera solo la bici y no él.

Este mismo día aprendió a montar, después de eso le quedaba aprender a frenar, girar, dar curvas, pero eso ya durante todo el verano y él solo con los amigos, primos y hermana lo podía aprender sin mi ayuda, lo básico que era no caerse e ir recto lo había conseguido en un día.

Yo seguía sin montar en bici.


domingo, 17 de mayo de 2009

¿Bici o Patines?

En el 2009 parece que me decidí a hacer algo de deporte, no se por donde me vendría esa idea pero quería hacer algo.

Descubrí los patines, tampoco se en donde ni en quien me fije pero me decidí en aprender a patinar.

A medio día, cuando no había nadie en la calle me bajaba e iba al parque, allí a trompicones o muy poco a poco fui aprendiendo a mantenerme en vertical sin apoyarme en una pared, luego a andar un poco y finalmente a ir relativamente rápido. Me metía en internet y veía vídeos de gente patinando, de gente enseñando a novatos, y luego yo lo llevaba a la práctica, pensé que era mi deporte definitivo, que iba a pasar de no hacer nada en años, en realidad en toda mi vida, a practicar un deporte.

Hubo algún día en el que Belén y los niños salían con sus bicicletas, esta foto corresponde al día que Belén estrenó su nueva bicicleta de paseo, y yo salía con los patines, incluso ese verano nos hicimos una ruta de algo más de 5 kilómetros por la carretera que une dos pueblos, ellos en bicicleta y yo con patines.

El problema es que me costaba progresar, llegó un momento en el que el equilibrio lo tenía, más o menos podía avanzar y sin caerme, pero de ahí no pasaba, giraba torpemente y esquivar obstáculos era una aventura, necesitaba avanzar más y no sabía como ni con ayuda de quien. También poco a poco fui dejando los patines.

Pero que los niños siguieran con la bici y Belén también me ayudaría a mi a coger alguna vez la bici para acompañarles.

domingo, 15 de marzo de 2009

Enseñando sin ruedines a Paula

Paula hasta los 6 años iba con las dos rueditas laterales en la bici, no es que sea ni poco ni mucho ya que cada niño puede dejarlas cuando esté preparado para ello pero con 6 años recién cumplidos pensé que ya debía aprender a montar en bici sola.

Belén seguía utilizando la bici en verano y yo como si no la tuviera, pero pensando en los beneficios del deporte había que ponerse el chándal aunque fuera una vez cada muchos meses.

Para enseñar a Paula me ponía detrás de ella sujetándola con un brazo por el cuello del chándal y la hacía andar en bici en línea recta, yo iba corriendo detrás de ella sin soltarla y cuando se desequilibraba tiraba de la camisa para arriba y me quedaba con Paula en el aire y la bici continuaba hasta caer. El método funcionaba, pero yo me metía una paliza corriendo. A las 4 o 5 carreras ella aprendía o yo moría.

Creo que necesitamos 3 días de estos para aprender pero como la bicicleta la cogíamos de muy tarde en tarde cada vez que volvíamos a intentarlo teníamos que volver a empezar.