lunes, 13 de agosto de 2012

Paseos por la Moraña abulense II. A Medina del Campo.

La segunda salida por tierras de Ávila fue el segundo día de estar en el pueblo. El año anterior cuando dije que iba a ir en bicicleta hasta la capital me dijeron que era una locura y que no iba a llegar en todo el día, y cuando les dije que iba a estar para la hora de la comida se debieron de pensar que me había dado un golpe en la cabeza sin casco, este año me preguntaron que cuando iba a ir a Ávila con la bici.

El primer día no quise por hacer algo menos y para este segundo día me apetecía conocer algo nuevo.

Miré el mapa, y apunté a Medina del Campo. Este es un pueblo situado al sur de la provincia de Valladolid y Fuente el Sauz al norte de la provincia de Ávila por lo que la distancia eran de unos 50 kilómetros más los 50 de vuelta sería una etapa similar a la de Ávila pero en una nueva dirección.

Me desperté como todas las mañanas con intención de empezar a las 7:00h. y como todas las mañanas salía de casa sobre las 7:30h. menos mal que no me esperaba nadie y aprendí la lección de dejarme todo preparado para que no se me olvidara nada dentro de casa. El tema de la gata seguí sin resolverlo y cada mañana se iba a las habitaciones a despertar a los que no había despertado yo.

Como a cada uno le duele lo suyo... a mi no me importaba madrugar y a otros que la gata se les subiera a la cama, todos contentos.

Por las mañanas hacía algo de fresco, acostumbrados a los más de 40 grados en Alcázar o Madrid aquí por la noche había que arroparse y por las mañanas todavía hacía fresco aunque por no traerme ropa salía con los brazos y piernas descubiertas, los manguitos me hubieran venido bien.

Cada menos de 10 kilómetros pasas por un pueblo, algunos están a menos de 5 kilómetros, esto es una cosa que en bicicleta se agradece, te da la sensación de ir más rápido y si miras para atrás ves el pueblo que has abandonado pero si miras hacía delante ves al que vas a llegar. Incluso pensando en averías o problemas te da algo más de tranquilidad.

La ruta la había diseñado en contra de lo que me gusta de ir y volver por el mismo camino, el motivo era para no perder mucho tiempo la tarde anterior dibujando en el ordenador el track por los caminos.

Cuando llego a un pueblo aunque no sea necesario cruzarlo suelo hacerlo y pasar por la plaza e iglesia o ayuntamiento para conocer algo ese sitio. Tampoco es mucho y al ser de la misma zona todas las iglesias son iguales, las casas parecidas, y un pueblo se parece a otro pero por lo menos puedo decir que he visto o conocido ese sitio.

Llegando a Medina del Campo pasé por una especie de carril bici sin asfaltar, un camino para hacer footing, lleno de gente, ese camino lo cruzaba una Cañada Real la "Burgalesa".

Y al entrar y cruzar Medina del Campo se notaba que no tenía que ver nada con los pequeños pueblos de Ávila. Además de pertenecer a la provincia de Valladolid tiene más de 21.000 habitantes y con la cantidad de pueblos que hay por la zona que no llegan a los 500 y que consideran grande a un pueblo de 1.000 como Fontiveros o muy importante a Arévalo con 8.000, pues Medina del Campo es casi una capital para lo que hay por la zona.

Nada más pasar se notaba un ambiente festivo, pasé por la zona en la que está la plaza de Toros y desde aquí hasta la plaza principal estaba toda la calle vallada pensando en unos futuros encierros.

Hice todo el recorrido del encierro hasta una plaza con un escenario y un monumento a la querida por estas tierras Isabel I de Castilla, que nació en un pueblo por el que pasé ayer y hoy quise evitar, Madrigal de las Altas Torres, y murió en Medina del Campo con 53 años.

Cruce todo Medina dirección al castillo de La Mota, declarado Bien de Interés Cultural, y es que está muy bien conservado y rehabilitado.

Se podía visitar el castillo pero no quise dejar la bicicleta sola o atada con un candado pequeño que llevo solo para los 5 minutos que paso al bar a tomar un café o una coca-cola cuando me fío del sitio y solo por evitar el impulso de coger la bici y salir corriendo, que si no me fío del sitio tampoco me fío de este candado.

Me quedé con las ganas de conocer el castillo por dentro, cosa que todos me llaman mucho la atención y volví por el mismo camino por el que había venido.

Para ser una ruta de solo 92 kilómetros se me hizo muy pesada, me acordé de la Titán de la Mancha 2012 llena de cuestas y esta ruta de solo 92 kilómetros y sin desnivel me había desanimado mucho, volví con ganas de parar a tomar un café, con el viento en contra y los escasos 250 metros de subida que tenía la ruta estaban en la dirección de vuelta.

Me gustó llegar a Medina pero me hubiera gustado más en otras condiciones, creo que no estaba suficientemente motivado y me preocupó pensar en el futuro próximo. Menos mal que no todos los días son iguales.

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