sábado, 31 de marzo de 2012

Entrenando en el repetidor de Herencia

   Cada vez que veo que la gente puede salir entre semana para entrenar o simplemente para dar una vuelta en bici, me da mucha envidia, pero a la vez, me entra el estress, ya que veo que la gente puede salir y yo solamente me tengo que conformar con las salidas del Domingo y me da la impresión de que no avanzo con el entrenemiento de cara a  la prueba del Infierno Cantabro, "el soplao" que cada vez  esta más cerca.

   Tengo claro que desde que empecé a montar en bici hasta ahora, la diferencia a sido mucha, pero creo, que es poca mejoría para el soplao, nuestras rutas las estamos planteando de una forma diferente a los demás ya que nosotros somos de los que pensamos que llegaremos a terminar el soplao, pero muy tarde, a nuestro ritmo. Nuestros entrenamientos los estamos enfocado de cara a estar muchas horas encima de la bici, queremos coger mucho fondo y creo que vamos bien encaminados, pero, en el Soplao lo que abunda es el desnivel acumulado y para estar preparados tenemos que ir metiéndonos rutas con más desnivel.

   Como los Domingos los tenemos reservados para la rutas grandes, solamente me quedan los Sábados por la tarde para entrenar por libre, aunque no me gusta mucho meterme mucha caña los Sábados, ya que si lo hago para el Domingo el esfuerzo hecho el Sábado me pasa factura,  pero no me queda otra, el soplao esta cerca, muy cerca.

   Así que este Sábado y después de comer, cogí la furgoneta para no tener que andar montando la baca en el coche y me fui al repetidor de Herencia para subirlo un mínimo de dos veces.

  Dos veces, primero para no desgastar mucho de cara al día siguiente, y segundo por que había quedado con Paco para organizar las rutas de cara a Semana Santa.

   Comencé al subir a un ritmo bueno, a mitad de altura me encontré con Miguel Ángel que bajaba con el coche, había repetido la operación de subir y bajar 6 veces, ¡menuda maquina!, me dejo por los suelos.  Nos despedimos y seguí subiendo a mi ritmo, una vez arriba y sin descansar hice la primera bajada, entre otras cosas también iba experimentando con la Gopro para grabar desde ángulos distintos y no quería ir muy deprisa por si la cámara se caía al suelo, pero, pude comprobar que la cámara va muy bien sujeta y no se movía nada, así que bajé como siempre lo suelo hacer, sin miedo.

    La segunda subida me costó algo más, había comido mucho en la comida y ahora lo estaba pagando, pero conseguí subir sin problemas.  En otra ocasión subí al repetidor 4 veces seguidas y no recordaba que me costara tanto como en esta segunda subida.

   Al terminar, una vez recogido todo y de camino a casa, pensé en que tendré que volver en más ocasiones para subir y bajar tantas veces como pueda para fortalecerme algo más para las subidas y preparar el "coco" que también es muy importante de cara al Soplao.

viernes, 30 de marzo de 2012

Paseo a la encina milenaria de Pedro Muñoz.

Hoy después de mucho tiempo he vuelto a salir solo, y es que ahora con el cambio de hora de verano del fin de semana pasado ya no tengo escusa para saltarme los viernes por la tarde, incluso debería empezar a dar cortos paseos entre semana que luego se notará el fin de semana. Salir un día en semana es muy escaso, debo volver a hacer como mínimo la salida corta de los viernes por la tarde y la larga de los domingos.

A finales de septiembre del año pasado salí un sábado también solo y llegué hasta la ermita de San Miguel también conocida la ermita del Buen Parto, luego me enteré que un poco más adelante estaba la conocida y famosa encina milenaria. Si lo hubiera sabido me hubiera acercado y no habría repetido hoy para hacer esta ruta clásica entre los ciclistas de Alcázar. Aunque tampoco es que haya repetido por que he seguido otro track y he ido por otro camino, coincidiendo solo en algunos tramos.

La ida la he hecho con un viento en contra bastante fuerte, no he sido capaz de pasar de 20km/h. y en contadas ocasiones me he aproximado saliendo una media de 15km/hora y apretando los dientes para conseguir esta velocidad, he tardado más de 2 horas y media en hacer los 40 kilómetros con la única para de las fotos de la ermita y una barrita que me he comido en la encina.

Si seguía así se me iba a hacer de noche y no llevaba luces ni foco. Pero lo normal es que la vuelta el aire me fuera empujando y así ha sido.

Durante la vuelta he venido prácticamente todo el rato a una media de 30km/h. y he recuperado todo el tiempo perdido en la ida, haciendo el regreso, contando la parada para tomar un refresco y lavar la bici en el lavadero, en menos de una hora y media. Las 4 horas de ruta han sido 2:40h. ida y 1:25h. vuelta.

Además del viento, hoy quería hacer una prueba, y es que desde hace un mes he intentado bajar el peso de la bicicleta, pero como es muy caro cambiar los componentes de la bicicleta por otros más ligeros he pensado en bajarle el peso al ciclista, mucho más económico y si no pierdes fuerza el resultado puede ser el mismo. Y además de esto he salido por primera vez sin mochila, la barrita en el maillot, el agua la del botellín, las cámara de repuesto sustituida por unos parches, las herramientas las imprescindibles, y así he quitado por lo menos 5 kilos que llevo en la espalda y los 4 que he perdido yo en el último mes, hemos salido la bici y yo con 9 kilos menos de casa que hace un mes.

La experiencia me ha gustado, he ido mucho más cómodo sin tanto peso en la espalda, tanto que el domingo cuando David y yo nos vayamos a Madrid he decidido ir así, voy a llevar solo lo que me quepa en los bolsillos, el agua la rellenaré en cada pueblo si la gasto y eliminaré trastos prescindibles.

Para rutas cortas, conocidas y no haciendo excesivo calor prescindiré de la mochila. En el caso del domingo a Madrid es un poco más arriesgado pero en un principio llevamos el viento a favor, empezamos a estar medianamente fuertes y pasamos por muchos pueblos intermedios en los que comprar un refresco o una botella de agua.

He puesto esta foto en la que salen los elevados y carísimos precios que tiene el gasoil y la gasolina pensando en que lamentablemente dentro de 3 años cuando vuelva a ver la foto pensaré que ojalá vuelva al precio de hoy.

Nos espera una semana liada con la organización de la ruta que vamos a hacer en Semana Santa, más de 500 kilómetros, todavía no lo sabemos exactamante, en tres días consecutivos pedaleando. Implicará viajes, comidas, dormir fuera de casa y una aventura enorme en la que haremos las etapas más largas y duras hechas hasta ahora por ninguno de los dos, y con lo que estamos haciendo últimamente ya empieza a ser complicado superar los kilómetros.

domingo, 25 de marzo de 2012

REDMTB 2012. Alcázar de San Juan - Aranjuez.

Hoy era el día de la concentración de ciclistas en Aranjuez correspondiente al proyecto REDMTB. Cada año se realiza en un lugar distinto de Madrid intentando seguir una serie de premisas como que sea un sitio céntrico, con buena comunicación, transporte público para el regreso, etc... Se ha realizado ya en Aranjuez, en Rivas y en Alcalá de Henares y este año rompiendo con una de las condiciones originales se repitió en Aranjuez para hacer un homenaje a un ciclista fallecido en carretera también organizador de esta quedada ciclista de la zona centro.


Desde hace muchos meses David y yo teníamos claro que íbamos a ir a esta concentración por primera vez para nosotros, pero como eran muchos los ciclistas de Alcázar que iban a ir al mismo sitio lo lógico y normal es ir juntos, más divertido y bonito.

Así nos unimos y entre Bike Friends, Trek Alcázar y Rutas por Alcázar formamos un grupo que conseguimos ser de los más numerosos y lejanos de los que llegamos a Aranjuez, unos 25 ciclistas salimos de Alcázar de San Juan y casi 110 kilómetros después llegamos unos 36 con los que se incorporaron en mitad de la ruta, en La Guardia.

La organización del viaje salió muy bien, como ha salido siempre cuando hemos podido salir en grupo con Bike Friends, no se puede pedir más, principalmente creo que Roberto se mueve y preocupa por hacer que mucha gente de distintas edades y niveles sobre la bicicleta disfruten de una misma ruta, algo que no es sencillo.

Además, por nuestra experiencia en grandes rutas y desplazamientos no circulares, hay que tener prevista la alimentación, regreso, incidencias, etc... y en este caso alguna cosa más. No es sencillo y siempre surgen imprevistos que no se solucionan igual con 2 que con 30 personas.

La organización de esta ruta para todos los que íbamos conllevaba tener en cuenta varios asuntos, primero pensar en como volver, quizá algún privilegiado podría volver en bici, pero en tren no nos iban a dejar al ser tantos, por lo que la solución lógica era el autobús que además servía para acercar a los menos preparados para que pudieran hacer los últimos 50km y vivir la experiencia de llegar y disfrutar igual del día en bici con amigos.

Pero además de esto por la hora de terminar, 13:30h., más recoger, cambiarse, etc. la jornada requería comer en Aranjuez, bien un menú o un bocata pero había que comer allí. También fue Roberto quien se encargó de reservar un sitio para todos. Y por último había que organizar el asunto de traer las bicicletas que no podía ser en el autobús y para esto otros dos compañeros pusieron sus furgonetas grandes más un carro a disposición de todos, por solo el consumo del combustible. Con tantas ayudas y tanta gente pendiente en que no quedara nada a la improvisación solo podía salir bien el día.

El detalle de llevar todos un mismo dorsal con el nombre del proyecto, bandera de Alcázar, nombre de cada persona, nombre de grupos de ciclistas, ya me pareció original y señal de preocuparse para que saliera bien, hay que dedicar tiempo en el diseño, plastificado, reparto...

Se quiso empezar a las 6:30h., yo apostaba por empezar por lo menos media hora antes por si teníamos problemas, averías... y poder ir más relajados, despacio y descansados, pero en general, por los comentarios que me llegaron y leí en internet, lo que opinaba la mayoría era que preferían empezar a las 6:30h. o incluso alguno apuntó a las 7:00h, algún loco más tarde aún.

Leí comentarios de que yendo despacio se podía salir antes haciendo el cálculo de 100km a 20km/h. son 5 horas de pedaleo y otra de descanso 6 horas, así apuntaban incluso a las 7:30h., si se hubiera hecho eso no hubiéramos llegado.

Gracias a las lluvias y el viento que se anunciaba una semana antes, además de los comentario de los más veteranos en este tipo de quedadas hizo que la mayoría cambiara a las 6:30h., menos mal.

Después de insistir varios y muchas veces en la puntualidad sólo salimos unos minutos tarde, lo normal que tardamos en hacernos la foto y arrancar todos. Habíamos quedado en la plaza del Ayto. de Alcázar y la policía local, compañeros de bicicleta, nos ayudaron a salir del pueblo sin problemas, nos hicieron la foto de salida y nos despidieron al llegar al camino dirección Quero.

Yo no había metido el track de la ruta en el GPS pero recordaba más o menos el recorrido de la vez que estuvimos en Madrid y aunque no me gusta ir el primero nadie parecía querer tirar y fui casi toda la primera parte, por lo menos el trozo que hicimos de noche hasta Villacañas el primero tirando del grupo.

Al principio de la ruta ya vi las diferencias de grupos, mientras unos me iban diciendo que corriera más y que íbamos despacio y no íbamos a llegar, otros me iban diciendo que frenara y fuera más despacio y que nos estábamos separando mucho, intenté sacar una media entre los que querían pasar de los 25 km/h y los que no querían llegar a 20km/h y llegamos a Villacañas ya de día despacio para unos y deprisa para otros pero todos bien, juntos y esperándonos cuando las distancias aumentaban.

Yo pensaba parar en alguna cafetería para tomar un café e ir al servicio quien quisiera pero tenía que haber alguien en contra del consumo en bares y nos sacó del pueblo para parar a 50 metros de la última casa, el problema es que además de tomar o no tomar un café iban dos chicas en el grupo y no es tan fácil hacer un pis en el campo para una chica con un traje de ciclista, se tuvieron que ir para atrás para poder ir a un servicio.

Tras la breve parada para comer un plátano o una barrida continuamos la ruta, pasamos por El Romeral también sin parar y luego a La Guardia donde nos encontramos con los chicos más jóvenes y gente menos preparada pero con la misma o más ilusión por llegar.

Aquí pudimos beber un poco de agua mientras nos juntamos, cambié la batería a la cámara y seguimos dirección a una de las partes más duras de la ruta. Estábamos en La Guardia abajo, casi en la N-IV, subimos al centro del pueblo para hacer una rápida y "peligrosa" bajada por su repentina curva a la izquierda para llegar otra vez a la N-IV y empezar pronto la más larga y dura subida de la ruta. Al llegar arriba nos reagrupamos y encaramos la parte final de la ruta.

En La Guardia Roberto se tuvo que ir a Aranjuez para dejar allí aparcada la furgoneta para traer las bicicletas a Alcázar, no había otra solución y se iba a perder parte de la ruta, como otro se perdió el principio, su intención era salir desde Aranjuez dirección contraria hasta nuestro encuentro y volver otra vez junto con nosotros, pero todo salió mejor ya que al llegar y aparcar la furgoneta en Aranjuez el conductor del autobús le trajo a Dos Barrios para que se uniera a nosotros, así pudo hacer todo el recorrido con el grupo menos el trocito de La Guardia a Dos Barrios.

Bien por la idea, y bien por la intención de sacrificio por el grupo que se tenía al principio, aunque luego no fuera necesario.

Mientras, el resto subimos la cuesta y llegamos a Dos Barrios donde nos volvimos a agrupar porque la subida restó muchas fuerzas a mucha gente y sin perder nada de tiempo cuando salíamos dirección a Ocaña llamaron a un teléfono para decir que Roberto estaba llegando en el autobús y en 1 minuto se unía a nosotros.

Antes de llegar a Ocaña se pasa por un aeropuerto de aviones sin motor. Cruzamos por el final de una pista pero en esta ocasión no había ni aterrizando ni despegando ningún avión, la anterior vez al no tener motor y no hacer ruido e ir mirando a otro sitio nos pasó un avión a pocos metros de la cabeza y ni me enteré hasta que no lo tenía encima.

Cuando nos separamos vimos a varios paracaidistas que estaban cayendo desde el cielo con sus paracaídas desplegados planeando sobre la llanura.

Desde aquí a Ocaña hay solo unos muy pocos kilómetros.

Al llegar a Ocaña nos volvimos a separar un poco en dos grupos yo iba con el primero y detrás había otro igual de numero, dijimos de aprovechar y parar para tomar algo, ir al servicio, tomar el famoso café, o rellenar la botella de agua pero al estar separados primero queríamos juntarnos y el mejor sitio posiblemente fuera en la plaza de Ocaña por donde pasaba la ruta.

Íbamos separados y unos decían de parar en un sitio y otros en otro finalmente nos juntamos de forma casual en un momento de indecisión y confusión en un cruce de calles pasada la plaza, el grupo que venía de atrás no había parado por buscarnos a los que íbamos delante, y nosotros estábamos perdidos sin saber donde estarían los otros, pero una vez juntos no se el motivo parece que ya se habían olvidado parar, avanzamos unas cuantas calles y volvíamos a estar en un camino fuera de Ocaña, debió de aparecer, y no se quien sería, la persona anticonsumo y sin parar nos fuimos de Ocaña.

Nada más salir de Ocaña decidimos separarnos, por una parte los que querían hacer una bajada y posterior subida por una trialera giramos a la izquierda y por otra parte los que no lo querían hacer siguieron recto, para juntarnos luego todos un poco más adelante. Yo tenía dudas de que hacer, no quería perder tiempo, el objetivo de hoy para mi era llegar a un sitio a una hora no hacer bajadas, y mientras lo pensaba se fueron todos para un lado u otro, entonces me animó David y tiré por la trialera yendo los dos últimos. Cuando llegamos al punto en el que empieza la bajada había solo unos pocos ciclistas el resto llegaban detrás nuestra, se habían perdido y girado en otro sitio, pero es que otros se pasaron y tiraron más adelante y casi se pasan la trialera. Vi los recorridos en internet de los que llevaban GPS y han subido la ruta a wikiloc y he visto donde están los errores.

La subida después de la trialera es corta y no exagerada pero se hace más durilla de lo que parece. Al principio de la subida nos cruzamos con un grupo al que pregunté si iban a Aranjuez y al contestar afirmativamente les invité a acompañarnos y les dije que veníamos de Alcázar de San Juan, todo esto sin parar me preguntaron algo de Fran. Luego me aclararon que me habían preguntado que si iba con nosotros Fran Lorente de www.rutasporalcazar.com al que conocían de alguna otra quedada, una nocturna de 30km que se hizo en Alcázar. Les dije que no venía con nosotros aunque es uno de los promotores de esta REDMTB, no pudo venir en esta ocasión.

Unos días antes de hacer la ruta llovió y nevó por primera vez en todo el invierno y otoño y temimos por la ruta debido al estado de los caminos, además apuntaba un fuerte viento en contra que luego fue de costado, y algunas veces a favor pero aún eso la ruta la queríamos hacer muchos, luego la realidad nos enseñó que nos asustamos de más por los dos únicos charcos que encontramos. Creo que cuando te manchas una vez no te importa mancharte dos, pero si te has manchado dos o tres veces ya da igual caerte en cinco charcos o meter las piernas hasta las rodillas. Pues nos pasó lo contrario, íbamos tan bien que no queríamos mancharnos ni un poquito.

Cada charco sirvió para hacer el efecto goma o tirachinas, reagrupamiento de los últimos para esperar que los primeros pasaran por el charco y una vez que pasaba el primero tiraba y volvía a sacar distancia al último.

Casi llegando a Aranjuez Andrés pinchó la rueda trasera y gracias a esto y por esperarle nos reagrupamos todos y nos adelantó el grupo que habíamos pasado en la trialera de Ocaña.

Entramos juntos en los jardines de Aranjuez, fue la única incidencia mecánica que tuvimos y que costó solo 5 minutos en dar aire. Creo que para todos fue bonito, muchos nunca habían participado en una cicloturista y esto es lo más parecido a una, y para los que si hemos participado o hecho viajes similares también se siente distinto cuando es con tanta gente.


Llegamos a la rotonda de la antigua carretera de Andalucía y nos dirigimos a la zona del palacio que era el punto de encuentro donde se tenía que realizar la famosa foto de todos los participantes juntos. Aquí yo no me di cuenta pero unos días después viendo el vídeo editado por David me di cuenta que en ese mismo momento junto a todos, unos metros por detrás mía pasaron mi padre y mis cuñados mezclados con los alcazareños, pero es que además sin saberlo mi padre se había puesto una camiseta verde y parecía un Bike Friends más perfectamente camuflado.

Mi padre y cuñados como no tienen GPS ni conocen caminos ni sabían como llegar les indiqué en que punto y hora tenía que estar para juntarse con otro grupo que salían desde Sol y llegar junto a otros más de 100 ciclistas en una gran concentración, pero se durmieron y no coincidieron, esto les supuso tener que improvisar e ir uniendose a gente que se iban encontrando y preguntando, pero eran más preparados y los iban perdiendo, terminaron después de 50km en Rivas y esa era la distancia total, al final de la ruta hicieron unos 80 kilómetros dando vueltas por caminos y carreteras del Sur de Madrid. Se metieron una buena paliza.

Llegamos a una esplanada y David me llamó para que viera quien le acompañaba, que ilusión coincidir en Aranjuez con mi padre, viniendo él desde Madrid y yo desde Alcázar de San Juan.

Al otro lado estaba mi madre y mis hermanas que había venido para recoger a mi padre y mis dos cuñados y después de los saludos me fui para hacernos la foto de grupo.

Pedazo de foto la que nos hicimos, parece mentira que se sea capaz de reunir a tanta gente con un mismo objetivo para hacer algo tan complicado, definitivamente hay que agradecer a los que se han preocupado de organizarlo y de que todos disfrutemos del día que pasamos.

Luego nos fuimos todos juntos a la zona común de todos los grupos para hacernos la foto principal y general y para mi aquí sucedió lo que me defraudó del día.

La organización del equipo de REDMTB no fue todo lo buena que debería ser. Primero no había nadie para dirigir y que nos dijeran que hacer o donde colocarnos, segundo no tenían un sistema de megafonía para hablar y que todos les oyéramos, luego leí que se les estropeó pero la realidad es que leyeron un comunidado y pidieron un minuto de silencio en recuerdo al ciclista Felipe del Real Club de Aranjuez y no nos enteramos de que sucedía hasta que no quedaban 5 segundos para terminar el minuto. Mal.

Comprendo que organizar algo así es complicado pero si no hay una foto final conjunta, si no hay un algo en común no hace falta ir todos al mismo sitio, y también comprendo que no es lo mismo organizar para dos como salimos nosotros normalmente, que para 35 que no fuimos capaces de ponernos de acuerdo para tomarnos un simple café, pues organizar para 500 o 1.000 es más complicado aún, pero por eso requiere más esfuerzo y sacrificio por parte de alguien, igual que en nuestro grupo había gente dispuesta a sacrificarse, y compañeros que aportaron medios, tiempo o conocimientos, aquí creo, por lo menos a mi entender, que faltó previsión para una concentración que por el número de personas se les ha ido de las manos, al igual que el sitio.


Solo después de llegar a casa y viendo días después fotos en internet vi que habían hecho una pancarta y que habían leído un discurso. Mal por ellos y mal para el homenaje que se quiso dar al ciclista. Pero estoy seguro que para otras edicciones de esta misma quedada se aprenderá de lo que para mi son errores y se solucionarán cosas.

Otro momento especial es que estando allí me saludó Juan Angel, un amigo ciclista de La Puebla de Almoradiel que aunque no hemos salido nunca juntos es a la persona a la que vendí mi CUBE el año pasado después de lo que me pasó en la ciclo de Villacañas, ya la tenía apalabrada con él pero en la última salida antes de entregársela me la arañaron.

Me gustó coincidir y además ver la bicicleta que ha mejorado bastante, cambiando ruedas, frenos, discos, manillar, tija, dejándola en 11 kilos una bici que pasaba de los 12, casi 13, y si ya era bonita ahora es más bonita aún. Me alegro que la cuide bien y la disfrute. Nos hicimos unas fotos juntos pero no teníamos mucho tiempo, yo estaba liado con los compañeros de Alcázar, mi padre ejerciendo de padre, y todos nos queríamos ir a comer.

La organización del regreso, comida todos juntos y llegada a Alcázar salió muy bien como todo el viaje, así que solo queda volver a felicitar a todos los que ayudaron, con dorsales, con las furgonetas para el transporte de la bicicletas y a todos por la compañía.

domingo, 18 de marzo de 2012

Frío en Navacerrada.

Hoy completamos la tercera de las rutas que quería hacer por la sierra de Guadarrama de Madrid. Después de la ruta por cuelgamuros con David y de la ruta de las zetas de la pedriza con Belén quería subir a la bola del mundo.


El domingo anterior cuando estuvimos en Guadalajara me dijeron que en Navacerrada no había nieve y esto sumado al tiempo primaveral que ha hecho toda la semana en Alcázar y cuando he visto a gente montar de manga corta, pues nos animó a completar otra de las rutas más conocidas de la sierra madrileña.

Miramos varios track y nos decidimos por uno que subía a Navacerrada desde Cercedilla, desde allí subía por un sitio a la bola del mundo y bajaba por otro y regresaba a Cercedilla por el camino Schmidt y puerto de Fuenfría, una ruta completa de pocos kilómetros pero con mucho desnivel concentrado en pocos kilómetros.

A las 9:00h. ya habíamos bajado las bicicletas del coche y mientras nos preparábamos otros ciclistas aparcaban el coche en el mismo sitio, parecía una cicloturista de la cantidad de bicicletas que había allí. Comentaban que si estábamos a dos grados en Cercedilla en la cima estaríamos a unos cuantos menos, asustado por la poca  ropa que llevaba metí en la mochila una chaquetilla y un forro polar que tenía para cambiarme en el coche al final de ruta pensando en que si en la subida no lo iba a necesitar quizá arriba si me iba a resultar necesario para bajar.

Llegar a Navacerrada fue el ascenso más duro que yo recuerdo, íbamos por un camino lleno de piedras, raíces y una pendiente que te impedía parar durante toda la subida, si parabas con tu plato pequeño y piñones grandes costaba volver a arrancar por falta de tracción, yo tuve que parar en dos ocasiones, en una que se me subió el gemelo de la pierna izquierda y antes de caerme me bajé, luego me costó dos intentos arrancar, en el primero fui al suelo, y la otra vez coronando la penúltima pendiente en la que David estaba ya arriba y yo estaba adelantando al último de 4 ciclistas que me habían pasado antes, cuando le alcancé se bajó de la bici y me animó a seguir, en ese momento tenía las pulsaciones muy disparadas y empecé a notar un mareo, me bajé de la bici, la dejé en el suelo y eché una bocanada en la cuneta con los espaguetis de la cena de la noche anterior.

Al llegar al puerto de Navacerrada veíamos un paisaje para abajo precioso, todo el valle y todas las montañas, pero hacía arriba no se veía nada, estábamos entre las nubes y la cima de la bola del mundo no se veía nada. En la cima de la Bola del Mundo que es el Alto de Guarranillas, nombre relacionado con la Sierra de Guadarrama, hay varias emanaciones naturales de agua que dan lugar al nacimiento del río Manzanares.


Comenzamos el ascenso y nada más empezar voy a poner el piñón 10, la rampa más floja debía rozar el 20% y algún tramo se aproximaba al 30%, creo que si la bici enganchaba en el suelo es porque la pista es de hormigón rallado para que puedan subir los coches, y al poner el piñón grande la cadena se sale por arriba a los radios, creo que en la caída anterior se tuvo de doblar algo el cambio y por eso perdí el sincronizado, solo podía poner los piñones del 2 al 11, que no existe.

Antes de romper algún radio me bajé de la bici y veo el problema, si quería ir en el pión 10 tenía que llevar el pulsador en el 9 así que sin problemas fui a continuar, pero no sabía como empezar con esa pendiente, como la pista es ancha puse la bicicleta atravesada y cuando conseguí subirme y enganchar giré hacía arriba, todavía tuve que parar otra vez y también pude subirme atravesando la bici en la pista.

Estábamos a 300, luego a 200 y luego a 100 metros de la cima y no veíamos las antenas, hasta que no llegamos al refugio de la Bola del Mundo no vimos en donde estábamos. Arriba del todo cambió el paisaje y la nieve que se veía por la pista se convirtió en un vendaval, hacía mucho viento, y estaba empezando a nevar más.

El tramo del puerto de Navacerrada a la cima de la Bola del Mundo fueron 3km. exactos, del 9.8 al 12.8 de la ruta, tardamos 45 minutos en subir estos 3 kilómetros y ascendimos 415 metros, los más entendidos en la zona de Alcázar pueden comparar los kilómetros recorridos y metros ascendidos por ejemplo con la Calderina en la que se ascienden unos 300 metros pero en más de 4 kilómetros.


Si hubiéramos estado en Alcázar quizá hubiéramos salido de manga corta o con unos manguitos y sin embargo nosotros estábamos a más de 2200 metros en mitad de una nevada, helados y sin disfrutar del paisaje por no ver nada, los plátanos que nos íbamos a comer estaban helados, era un "polo" de plátano y la manguera del agua de la mochila también se había helado, estábamos a -3ºC pero teníamos muchísimo más frío que a los -7ºC que salimos dirección a Albacete.

La bajada era por la parte de atrás dirección a Cotos pero estaba todo tan nevado que no veíamos el camino, intentamos seguir el track sin ver el camino pero era complicado ir mirando la pantalla del GPS con una pendiente negativa de -20% por caminos de piedras cubiertas de nieve, frenando, y sin ver más de unos metros por delante nuestra, con un fuerte viento que os empujaba y arrojaba nieve a la cara, al final decidimos volver por donde habíamos venido y bajar otra vez por la pista de hormigón, lo estábamos empezando a pasar mal por el frío.

David tenía las manos literalmente heladas pero es que yo además iba con guantes de verano y los finos de debajo los tengo agujereados, empecé a dejar de sentir los dedos de frenar, dedos índice y corazón, pero no podía dejar de hacer presión para no precipitarnos para abajo, intentábamos sin tacto en los dedos seguir haciendo la misma presión tanto en el delantero como en el trasero, la cuesta tenía exactamente 3 kilómetros y tuvimos que hacer un descanso para intentar calentarnos las manos pero era imposible. Cuando llegamos abajo salimos disparamos a la cafetería, dejamos las bicis con GPS, cuentakilómetros, bolsas y todo en la calle y nos metimos corriendo.


En ese momento como después reconoció David y yo estaba como mínimo igual no lloramos por vergüenza de que la cafetería estaba llena, los primeros 5 minutos no tuvimos fuerzas para quitarnos ni guantes ni casco, después poco a poco empezamos a dejar de sentir ese dolor profundo en los dedos, como si los tuviéramos en el suelo y nos estuvieran pisoteando las manos, y pudimos colocar las bicis, pasar al interior y tomarnos un caldo caliente y una café. Si en ese momento me hubieran tenido que amputar los dedos lo podrían hacer sin anestesia porque no podría doler más que el dolor que ya teníamos.

Después de un buen rato en la cafetería nos quedaba la otra mitad de la ruta, pero ya cuesta abajo, el regreso a Cercedilla.

Fuimos recorriendo el conocido y bonito camino Schmidt. Un camino muy transitado por senderistas que iban andando recorriendo la cara Norte de la Cuerda de Los 7 Picos de la Sierra de Guadarrama. Luego girábamos dirección a Fuentefría y bajábamos hasta regresar al coche.

Nada más empezar el camino vimos a un grupo de senderistas que estaban bloqueando el camino, el problema es que lo atravesaba una pista de esquí y pocos se atrevían a cruzarlo, había un cañón de nieve alimentando la pista y al llegar nosotros se nos quedaron mirando para ver que hacíamos para cruzar con las bicis, primero montados y al ver que era imposible y que el riesgo de precipitarse para abajo era grande terminamos andando y lanzándonos bolas en mitad de la pista hasta cruzar al otro lado.


El camino Schmidt es uno de los caminos más bonitos por los que hemos circulado, estrecho pero no demasiado, lleno de piedras pero grandes para esquivar o saltar, con alguna rama pero no suelta, bien clavada en el camino, casi todo bajada pero con alguna subida técnica por las piedras, rodeados de pinos, rodeados de monte, y con pendiente a uno de los lados para dar profundidad a todo el conjunto, realmente de los sitios más bonitos por los que hemos pasado hasta ahora.

En esta ocasión se dificultó al estar en el lado norte de la sierra, la sombría y estar prácticamente todo el camino cubierto de nieve compactada, hielo, y controlando mucho la bici o con una buena rueda nueva con mucho taco se podría medio circular, pero ahora que llevo una hutchinson pyton a medio uso no traccionaba bien y patinaba muchísimo.


En dos ocasiones patiné y fui al suelo, la primera iba el segundo y David no lo grabó pero fue por saludar a una familia que me estaba hablando de la cámara del casco y al girarme y frenar para contestar me patinó la rueda y fui al suelo delante de ellos pero no fue grabado por nadie, la segunda iba el primero y David me pilló de lleno, había parado y al arrancar me pasó lo mismo que a él cuando íbamos a Albacete.

Luego en varias ocasiones intentamos grabarnos para hacer un vídeo divertido pasando por los senderos o bajando por distintas pendientes pero al estar todo el camino helado y con precipicio a un lado del camino me daba miedo las consecuencias de un posible fallo y lo dejamos para otra ocasión.

Pasada la fuente de Fuenfria y el cruce de caminos nos quedaba una bajada larga y fácil por una pista ancha que nos llevaba hasta los aparcamientos donde los senderistas dejan los coches para subir andando por estos caminos de la sierra y luego llegar a Cercedilla.

Al llegar a Cercedilla pasamos de casualidad por una plaza en la que había un mercadillo medieval y cuando ya nos íbamos de allí, después de dar una vuelta y ver los asados de chorizos, pollos, costillares, etc... y pensar en comernos un bocata, nos encontramos con mis padres que les habíamos dicho que estábamos montando allí. Así que nos dimos la vuelta y aceptamos su invitación a comer, beber y tomar café juntos antes de volver a casa.


Fue un día muy completo de bicicleta en la que ascendimos 1.200 metros en solo 13 kilómetros, circulamos por unos senderos duros y complicados, con pendientes extremas, pasamos más frío que nunca pero también vimos los paisajes más bonitos hasta ahora, cruzamos pistas de esquí, arroyos, calzadas romanas, fuentes con las mejores aguas de Madrid, disfrutamos de un caldo, café y al final una buena comida, y sobretodo como siempre nos lo pasamos bien. Nos hemos apuntado el sitio para volver tanto con bicicleta para alguna otra ruta como sin bicicleta para pasear con el resto de la familia.

Después de esta ruta y sin contar con alternativas en la misma zona nos queda para otras ocasiones circular por Peñalara, quizás también cruzar Guadarrama para visitar Segovia en bicicleta, la zona de Rascafría, la zona de Patones que aunque menos espectacular puede ser también muy interesante.

La próxima salida grande será la REDMTB a Aranjuez desde Alcázar, "solo" 100 kilómetros pero compartidos con más de 30 ciclistas y con una hora de llegada fija que mete presión a la ruta. Luego una semana que dedicaremos a ascender lo que se pueda y la siguiente nos meteremos en Semana Santa cuando intentaremos hacer algo grande.