sábado, 4 de junio de 2011

Paseo por la sierra de Puerto Lápice. Molinos y Mingoliva.

Aunque el fin de semana se presentaba un poco soso con la bici, al final el fin de semana se volvió más completo de lo esperado.

El viernes después de un ataque de pereza no salí a montar y suspendí a última hora hacer una de mis rutas de llanear por la zona durante muchos kilómetros aunque sea a bajas revoluciones, y eso que hizo una tarde perfecta y me pusieron los dientes largos por no participar el domingo en la cicloturista de Campo de Criptana que aunque me habían dicho que el tramo libre iba a ser duro y técnico también era bonito e iba a merecer la pena.

Por esto el sábado cuando a la hora de la comida me llamó David para salir esa misma tarde a hacer una ruta casi que no dudé, y aunque Puerto Lápice no es mi sitio favorito allí que nos fuimos los dos con el coche. En un principio íbamos a salir desde Herencia, pero al final pensamos en recortar tiempo de llanear y concentrar todo el esfuerzo en las subidas de la sierra.

Empezamos subiendo los Molinos de Puerto Lápice, que en las dos o tres visitas anteriores no los había subido, y desde allí partimos al Mingoliva, uno de los picos ciclables de obligado conocimiento para los futuros entrenamientos de este deporte.

Como me pasa últimamente me costó un poco más de la cuenta subir, pero ahora pensando en la subida pasado un par de días creo no es para tanto, simplemente estaré más bajo de moral con las cuestas, sobretodo cuando noto que las ruedas pierden tracción y con el molinillo caigo por falta de velocidad, y con menos piñones no tengo fuerza para recorrer los dos kilómetros de subida que tendrá aproximadamente sin hacer tres o cuatro descansos para recuperar aliento.

Cuando estábamos en lo alto de los molinos nos parecía que estábamos en una de las zonas más altas de la sierra y que las montañas que se veían al fondo, la sierra de Herencia por un lado o la de Puerto Lápice al otro no estaban mucho más altas, pero una vez en el Mongoliva parecía que los molinos era poco más que una tachuela en el terreno, pero es que además por encima del Mingoliva había otra cumbre con otro punto Geodésico al que se podía llegar por un camino desde allí mismo. Lo intentamos por las buenas pero al final nos tuvimos que rendir y este último tramo hacerlo empujando la bici solo por la cosa de estar en el punto más alto de la zona.

Esta fue casi que la peor parte, por que una cosa es pasarlo mal montando en bicicleta y otra pasarlo mal empujando una bicicleta. Y como anécdota pasó que en un tramo de estos de piedras pensé que podía hacerlo subido y pedaleando y en una pequeña pendiente descendiente la bici botó hacía el exterior del camino apuntando hacía una pendiente considerable para tirarme cuesta abajo por un cortafuegos pero fui a "rebotar" contra un arbusto quedándome atrapado/abrazado al mismo, no podía ni caer ni volver al camino, me quedé enganchado al tronco y ante la dificultad que iban a tener los bomberos de sacarme de allí le tocó a David tirar de mi para separarme del abrazo campestre.

La ruta aquí.

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