domingo, 14 de abril de 2013

Senderismo Sierra Madridejos.

Otra ruta improvisada por Sierra Luenga, los Montes de Toledo orientales.

Por otro motivos no pudimos ir a Madrid a hacer una ruta en La Pedriza y nos tuvimos que quedar aquí y la mejor opción era una ruta en un sitio cercano.

La ruta recorre varios sitios nuevos en los alrededores de la ermita de Valdehierro y ya son pocos los caminos y cumbres a las que no hayamos subido andando en esta zona.

Cuando llegamos a la ermita abría 3 o 4 coches y empezamos por el camino que lleva a la Cueva de Castrola pero seguimos adelante hasta el cruce que viene del cortafuegos del Vasto, subimos hasta la Parra, otra cima que no había alcanzado aún.

El día nos sorprendió por el calor que hizo, sabíamos que no íbamos a pasar frío, incluso Belén me metió unos pantalones cortos en la mochila pero es que realmente hizo bastante calor y pronto nos quedamos de manga corta.

Arriba en el cruce de dos tramos de valla de dos cotos había un hueco que nos permitió pasar de un lado a otro y ya arriba después de la dura subida se tuvo que poner los otros pantalones, yo solo llevaba los de algodón con los que he pasado todo el invierno, nieve incluida y con ellos aguanté toda la ruta.

Después de las lluvias caídas en los últimos meses todo está verde, corre bastante agua por varios sitios pero el tipo de bosque y monte es seco, menos una zona en lo más alto de la Parra que había una especie de alfombra verde, blanda como de césped que daban ganas de quedarse a echar una siesta el resto es monte bajo, seco, y matorrales por mucha agua que corra.

Bajamos hasta el cruce de la carretera de Consuegra y desde aquí subimos por en camino que ya había bajado en otras ocasiones con la bici dirección esta vez a Cuatro Camino.

Antes de llegar a Cuatro Caminos tuvimos que hacer un descanso para comer y descansar un rato, el calor cansa más que otros días más frescos.

Todavía nos quedaba algo más de un litro de agua y contaba con el comodín de Fuente Umbrión para rellenar la mochila pero todavía quedaba mucho para la fuente si no acortábamos la ruta, cosa que no quería hacer.

Al llegar a Cuatro Caminos todavía nos quedaba el litro de agua y pensé en subir Las Diferencias y Umbrión, dos cuestas durillas que ya iban haciendo mella en nuestras fuerzas.

Empezando a bajar el último camino / cortafuegos desde Umbrion al camino de Cuatro Camino para luego seguir hasta la ermita Belén tenía la rodilla muy fastidiada, aguantaba mejor subiendo que bajando, cuesta abajo no podía con las rodillas.

Se me ocurrió darle a ella la mochila y yo cargarme a Belén en la espalda, luego digo que no se de que me duele la espalda pero menudo entrenamiento cargando peso que hice, los 500 metro o más cuesta abajo cargando con Belén, menos mal que la mochila la llevaba ella....

Ya hablamos que esto no lo podía saber Paula jamás, por lo menos hasta que ella tenga hijos, en caso contrario en cada ruta me tocaría subirla y bajarla sobre mi espalda y ya no tendría escusa sobre que no puedo con su peso.

Aquí ya teníamos bastante calor, serían ya las 2 o las 3 de la tarde, sin agua y aunque la fuente estuviera cerca tomamos la alternativa de darnos un baño refrescante en las piernas y cabeza, y que bien que nos sentó y lo que nos refrescó.

Así cuando llegamos a Fuente Umbrión llenamos la mochila sin ansia, y tranquilamente echamos un trago y fuimos a terminar la etapa del día en la ermita de Valdehierro.

Fuente Umbrión tiene grifos o bocas de agua, dos están condenados y solo una funciona, en mi opinión deberían dejar uno solo pero que echara un chorro muy fino de agua, me parece faltal la precesión de furgonetas C15, todoterrenos, y furgonetas más grande o incluso con remolques llenas de garragas vacias de 5, 8 o más litros para llenarlas de agua.

Luego hay en sitios donde no dejan pasar a senderistas, a ciclistas o a cualquier excursionista por estropear el paisaje, contaminar, o sin escusas directamente para recaudar dinero de terratenientes y resulta que teníamos que ir en mitad de una sierra por un camino pegados a la cuneta por la cantidad de vehículos a motor que nos expulsaban del camino.

En la ermita había 100 coches con gente haciendo fuego, comiendo, con carpas, jugando, disfrutando de un bonito día de campo. Habíamos hecho más de 26 kilómetros, pocos para nuestro objetivo, y más de 700 metros positivos de desnivel, también pocos, pero habíamos disfrutado de un buen día de campo además de coger algo de color.

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