Paseo por los alrededores de Alcázar. Hacemos 14 kilómetros en dos horas y media sin correr pero andando deprisa.
Subimos por primera vez andando hasta los molinos.
Y además por varios sitios.
He estado 13 años subiendo aquí en coche y en bici y es la primera vez que paso por el polvorín.
Me habían contado las distintas utilidades que ha tenido pero al no verlo pensaba que era uno de los huecos que hay por la parte de arriba y atrás. Hoy andando hemos visto la entrada a esta cueva en la piedra.
Los bastones, o palos, para andar se han convertido en una necesidad. Se nota mucho que se avanza más deprisa.
Dicen que sufren menos las rodillas tanto en las bajadas como en las subidas, a mi en las bajadas me estorban y en las subidas depende del terreno. Belén prefiere llevarlos siempre cuando el terreno es de tierra ya sean subidas o bajadas.
Estando arriba vemos a los niños con la bicicleta bajando y subiendo por sitios que no conocía, la próxima vez que no llueva y pueda salir con la bici intentaré hacer esos recorrido aunque me pareció que alguno de ellos tiene un control bastante bueno.
Tenemos varias rutas pensadas para los próximos fines de semana pero mientras llueva tendremos que ir retrasando el conocer sitios nuevos.
Como parece que esto de andar sigue adelante nos prepararemos de cara al invierno con ropa de abrigo para andar, calzado más adecuado, y lo necesario para fallar los menos fines de semana posible.
Hoy Belén iba con unas zapatillas deportivas de correr en vez de con las botas y notó más dolor en los pies. Gorros para el frío tenemos, chubasqueros, abrigos,... no hace falta tanto.
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