martes, 29 de noviembre de 2011

Próxima salida. Otra vez Madrid.

Hasta ayer creía que iba a estar 10 días sin poder montar, saltandome otro fin de semana y los días de fiesta de la semana que viene pero ahora después de superado los impedimentos creo que el domingo que viene por la mañana vuelve a tocar la sierra madrileña. Aprovechando que voy a tener que estar allí y que el viaje lo voy a tener que hacer en cualquier caso, solo tengo que hacer un hueco a la bici en el coche. Pondré la sillita de bicis.

Tengo en mente liarme con las Zetas de la Pedriza. Otra conocida, bonita e interesante ruta de solo 45 kilómetros pero con otros 1.500 metros de desnivel.

Y además intentaré engañar a Belén para que me acompañe y no hacerla solo, en caso de que no quiera o se atreva siempre puedo liar a alguien y sin hablar de la dureza de la ruta empezar y hacerla más despacio.

Y la tercera ruta de la zona, que no puede pasar mucho tiempo antes de hacerla no sea que se llene todo de nieve y tenga que cambiar de deporte otra vez, es esta otra ruta que sube a la Bola del Mundo de Navacerrada. Tengo dos semanas para hacer esta tercera ruta, antes de Navidad y los días de fiesta que suspenderé el deporte.

He pasado de hacer rutas de muchos kilómetros y cero subidas a hacer rutas de ridiculos 50 kilómetros pero mucho más duras. ¿Llegaré algún día a hacer rutas largas de más de 100 kilómetros y también de más de 2.000 metros? Todo se andará... o todo se pedaleará.

domingo, 27 de noviembre de 2011

MTB en Sierra de Guadarrama. El Escorial y el Valle de los Caídos.

El domingo, después de dudar si volver a la sierra de Alcaraz o ir a cualquier otro sitio, decidimos de una forma casi casual ir a Madrid, a la Sierra de Guadarrama para hacer una ruta de muchos metros de ascenso.

La ruta de Alcaraz propuesta era de 110 kilómetros y con nuestro nivel, especialmente el mio, y lo pronto que oscurece ahora se nos iba a hacer un poco tarde para ir y volver de Alcaraz a Riopar.

Entonces en un ataque de locura propuse que una vez en el coche da igual empezar a 130 km de casa que a 200 km si la ruta realmente merece la pena.

Vimos en internet una ruta que precisamente la habían subido el día anterior de 50 kilómetros y 1600 metros de desnivel, un rutón para escaladores.

Tenía desde hace tiempo ganas de hacer dos rutas por la sierra de Madrid una era esta por la Sierra de Guadarrama visitando San Lorenzo del Escorial y el Valle de los Caídos, y la otra queda pendiente para la próxima vez que nos de por hacer una locura de estas.

Llegamos a las 9:15 a San Lorenzo y después de descargar las bicis y prepararnos para comenzar salimos dirección subida, siempre subida, por un sendero hasta llegar a una carreterilla que bordeaba un valle. En un cruce por el que pasamos por una valla para el ganado un señor nos dijo que eso no llevaba a ningún sitio y que debíamos seguir por la carretera, pero como el track de la ruta indicaba claramente que siguiéramos atravesando por el campo nos fiamos del GPS. Aquí empezó el calvario de la ruta.

Estuvimos durante 100 metros andando entre pinos empujando la bici buscando algún camino o sendero por donde indicaba el GPS hasta que pasados estos 100 metros los claros fueron desapareciendo, nos habíamos metido en mitad de la maleza, entre los matorrales y las piedras de la zona, con las bicis en los hombros, por encima de las cabezas, hubo un momento en el que no podíamos ni andar, podríamos tirar las bicicletas, y ni con esas, tampoco podíamos avanzar solos, teníamos que ir andando por encima de los arbustos, necesitábamos el típico machete de las películas de exploradores para continuar, mirando los mapas del GPS parecía indicar que a unos 50 metros había un camino, pero esos 50 metros parecían imposible de recorrerlos. Al final sopesando las opciones de aguantarse y sufrir o llamar a los bomberos para que nos rescataran levantamos las bicis por encima de las cabezas, y andando como podíamos llegamos a un sendero de una anchura de un palmo y con las típicas piedras de granito de la zona que nos pareció una autopista.

Seguimos subiendo y subiendo rodeando y serpenteando por varias montañas hasta que tuvimos que saltar un muro de piedra, era el muro que rodea todo el perímetro de la zona de la Cruz del Valle de los Caídos, también llamada la zona Cuelgamuros. Seguimos subiendo sin la seguridad de si llegaríamos a ver el templo desde una distancia prudente hasta que cuando pensábamos que ya lo habíamos pasado nos encontramos con la cruz y el resto de edificios.

Es impresionante verlo en la realidad, la cruz es mucho más grande de lo que parece desde lejos. Los edificios de abajo tienen tres plantas altas, y parecen diminutos con la altura de la cruz que tiene 108 metros. El edificio genera controversia por su construcción y utilización como mausoleo personal de Francisco Franco y su construcción principalmente por presos políticos pero como monumento merece la pena, verlo, visitarlo y conocerlo.

Hay documentos donde se indican que murieron 27.000 presos y otros 14 por accidentes laborales, hay quien argumenta que eran los más castigados quien iban aquí, otros que incluso siendo presos tenían un sueldo tenían rebajas en la pena siendo la mayoría civiles especializados y no presos ya que estos eran utilizados solo como peones para la construcción, la verdad la sabrá cada uno de los que estuvieron allí en los años 50-60 y no los que lo quiere utilizar para recordar las barbaries de un bando o del otro, o el horror de una guerra civil y otros que lo quieren utilizar como la basílica religiosa que es y honrar los fallecidos durante la contienda fueran del bando que fueran. En cualquier caso es un edificio tan polémico y discutido como bonito y admirable por su grandeza.

Como Patrimonio Nacional es el museo más rentable económicamente y mi consejo es visitarlo, puedes no creer en la iglesia católica y admirar la preciosa Catedral de Toledo, no ir a misa los domingos y disfrutar de un Camino de Santiago, o aborrecer ciertas practicas de la cultura musulmana y no hace falta ir destruyendo mezquitas, por esto creo que es un monumento admirable sin tener que hablar de política, la abadía está abierta y con la escusa de asistir a una misa puedes llevarte la visita a uno de los "edificios" más espectaculares de Madrid.

Después de estas fotos de la Cruz por fin empezamos a descender, una pista rápida asfaltada y muy recta en la que dejé de mirar el velocímetro cuando pasé de los 60 para centrarme en la carretera, al llegar a una curva dude ya que me había parecido ver a David recto pero como no había camino giré despacio hasta que oí a David llamarme desde el suelo, la curva la había tomado recta y voló a 74 kilómetros hora por encima de plantas, piedras y arena. No se todavía como a 69 que llegué a bajar yo o los 74 km/hora de David y con el guantazo que se tuvo que dar no le pasara nada, ni un triste arañazo, ni una torcedura, ni que se doblara el manillar, frenos, horquilla, o cambio, cualquier elemento de la bici, nada de nada, se levantó hicimos unas fotos de la curva para el recuerdo y seguimos bajando.... algo más despacio pero siempre por encima de lo que marcaban las señales de tráfico y de lo que pudieran hacerlo los coches.

Llegamos al embalse de la Jarosa y desde aquí empezamos otro largo ascenso de 10 kilómetros, desde que me marcaba el cuenta kilómetros, 20 a los 30 no hicimos otra cosa nada más que ascender, subir rampas algunas con una pendiente considerable.

Nos cruzamos con muchos coches, todoterrenos, con parejas o familias principalmente haciendo senderismo, buscando setas, o sentados en las pocas terrazas que había en la ladera mirando al horizonte y tomándose un café en su termo. Había mucha gente que no sabía como había llegado hasta allí, andando era una paliza y coches no había tantos. Nos cruzamos también con rebaños de vacas y de caballos sueltos en unos paisajes muy bonitos.

En la mayoría de las fotos o bien sale David parado o yo montando y es que ahora sale él más que yo y se nota que ha pasado de estar un poco más fuerte que yo a estar bastante más fuerte que yo. Ya ha quedado lejos cuando por sus molestias o lesiones le tenía que esperar yo en las subidas, ahora o empiezo a entrenar más o esperaré a que se haga daño de verdad en una de sus caídas.

Llevaba tres semanas sin montar, en todo el mes he hecho la salida el día 6 a Alcaraz y hoy día 27 a Guadarrama, además de un paseo a Criptana para lavar la bici en un día de tanto aire que casi ni llego. En kilómetros recorridos no llego ni a los 100 pero también es cierto que en metros ascendidos con poco más hubiera batido el record del año. Hoy hicimos el record en un solo día pasando el record anterior en Alcaraz de 1.000 metros a hoy 1.600 metros.

Respecto a los calambres, principalmente por falta de entrenamiento, la verdad es que he mejorado, creo que me viene bien comer en cada parada que hacemos, cuando no es una barrita son unos frutos secos, unos dátiles con almendras, una papilla de fruta o un plátano, o la propia bebida con polvos isotónicos, pero además a mitad de la subida de 10 kilómetros me tuve que bajar de la bici por los calambres en los gemelos y me tomé un gel que me compré especial para esto. Creo que funcionó, tras parar 3 minutos para tomar el gel y beber agua seguimos subiendo hasta coronar la montaña sin que me volvieran a molestar los tirones musculares. Cuando hicimos esta foto estábamos comiendo en un cruce de comunidades pasando de Madrid a Segovia y de Segovia a Ávila para volver a Madrid en menos de 400 metros.

Los últimos 10 kilómetros de la ruta eran bajada, ya era hora que bajáramos, y menos mal que estaba al final porque ya lo empezaba a notar más de la cuenta y si hubiéramos terminado con más subidas no se como habría llegado. Desde arriba me hice unas fotos con el Monasterio de San Lorenzo del Escorial de fondo, esa obra que duró lo suficiente como para convertirse en referencia para todas las obras lentas.

Después de la dura jornada nos quedaba un largo viaje de regreso a casa pero siempre pensando que había merecido la pena el viaje después del "record deportivo" conseguido y de lo bonita e interesante que nos había resultado la ruta.

Un compañero del trabajo me decía que para ver sitios no hace falta ir en bici y que para hacer deporte no hace falta irse lejos, pero combinar las dos cosas, e ir a sitios bonitos con la escusa de la bici y utilizar el deporte como una escusa para aprender y conocer no es nada malo.


En diciembre sospecho que tampoco haré muchas salidas y de seguir así no se en que condiciones de fuerzas llegaré a mayo pero con rutas como la de hoy.... que me quiten lo bailao.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Sierra de Alcaraz, primer contacto.

Hoy hemos ido por primera vez a Alcaraz para montar por su sierra. Llevábamos preparada una ruta de 74 km y 1630 metros de desnivel para superar por primera vez los 1.000 metros. En realidad y viendo lo que hay allí es casi lo mínimo que se puede hacer, lo complicado es encontrar algo llano, allí o subes o bajas.

Recibimos presión para no salir este día, iba a hacer frío y llevaba toda la semana lloviendo, siendo posible que este día también lloviera en Alcaraz, pero sobretodo el no llegar a los 10 grados en todo el día era un motivo para pensar si salir o no.

Lo que pasa es que teníamos muchas ganas de salir por Alcaraz, teníamos muchas ganas de hacer una ruta con mucho desnivel, y teníamos muchas ganas de probar la cámara gopro que nos habían dejado para este fin de semana, por esto el día antes ya dijimos que ir íbamos a ir seguro, luego nos daríamos la vuelta si llovía, o ya deciríamos pero el domingo nos íbamos a Alcaraz seguro.

Quedamos a las 7:00h. pensando en que entre preparar y cargar las bicis y trastos, llegar allí y descargar íbamos a tardar mínimo un par de horas y efectivamente hasta las 9:15h. no comenzamos la ruta. Al llegar a Alcaraz cruzamos la plaza y allí estaban montando un podium y una meta para una carrera de atletismo que se iba a celebrar a las 11:30h de la mañana, nos contó una participante que eran 16 km.

Nada más empezar y después de bajar a la carretera por la que empezaba la ruta, ya que Alcaraz está en la ladera de una montaña, empezamos a subir, al poco tiempo notamos que nos sobraba parte de la ropa que llevábamos y que todavía no levábamos 5 km y ya estámos cansados, habíamos subido y subido, un rato después y más cansados aún llevábamos menos de 6 kilómetros y cuando nos parecía que había pasado otro montón y que habíamos subido todo lo que se podía subir apenas habíamos pasado los 6 kilómetros, hubo un momento en el que cada 100 o 200 metros parábamos con la escusa de esperar al otro, hacer una foto, beber un poco de agua, o directamente descansar, y es que eran todos unos rampones de, por lo menos para nosotros, plato pequeño y no parar de dar pedales para no volcar a un lado.

Lo que más estábamos disfrutando es los paisajes, si la Sierra de Puerto Lápice está bien, o Ruidera me gusta mucho esto es un nivel superior, por lo menos si te gusta ver montañas, paisajes de sierra, árboles, agua, cortados, valles, etc... Llevábamos 1 hora, apenas 10 kilómetros y sufriendo en las subidas cada uno de esos kilómetros y aún eso pensando en las rutas que íbamos a hacer otros días por esta zona.

Hubo un momento en el que las ruedas se empezaron a llenar de barro pero gracias a que hay mucha piedra suelta al mismo tiempo que íbamos cogiendo barro lo íbamos soltando no llegando a embarrar, en una ocasión David quitó con un palo un poco de barro del desviador porque no le bajaba al plato pequeño, algo de miedo si que pasamos pensando en la posibilidad de embarrar a 20 kilómetros del coche y de cualquier ser vivo de dos patas y tampoco había muchos charcos en los caminos pero en general el terreno estaba perfecto para la bicicleta. Creo que en pleno verano con el polvo y las piedras sueltas puede ser casi que peor en las subidas con más pendiente y quizá más peligroso si haces bajadas rápidas.

En una de la pocas bajadas que hicimos, porque aunque se supone que la ruta es circular y la misma cantidad que subimos la tuvimos que bajar esa no es la sensación que se tiene, David empezó a frenarse, iba más despacio que yo y eso no es normal en las bajadas, y es que se le frenaba la rueda, llevaba un ruido enorme y la cadena se le destensaba. Le adelanté en dos ocasiones y así no le podía grabar bien hasta que yendo paralelos escuchamos el ruido y vimos como estaba la cadena. Al principio pensábamos que sería cuestión de frenos, quizá algo hidráulico, luego un golpe de una piedra que hubiera saltado y doblado el disco, luego pensamos en algún problema del desviador, pero también parecía esta correcto, seguimos bajando y volvía a hacerlo. Y se dio cuenta David de que solo lo hacía cuesta abajo y si él iba montado en la bici sin dar pedales. No teníamos ni idea de que podía ser hasta luego en casa y consultando que probablemente sea el rodamiento del buje de la rueda trasera que se haya ido.

La solución posiblemente pase por tirar de garantía pero por ahora tiene la rueda fastidiada, solo lo hacía sin dar pedales porque era cuando el casete tenía que dejar de girar y sin embargo seguía girando pero no la cadena con lo que se destensaba, cuesta arriba no lo hacía porque si vas cuesta arriba y no das pedales te caes, pero cuesta abajo giraba la rueda, normal, pero también el casete, que se debería de parar con la cadena, cosa que no hace.

Cuando llegamos abajo, algo más despacio porque David tenía que poner un plato mediano y piñón grande para bajar dando pedales sin acelerarse, estábamos en un cruce con la posibilidad de girar a la derecha dirección al track marcado para hacer los 74 kilómetros y 1600 metros o girar a la izquierda y después de dos o tres kilómetros juntarnos con la vuelta de la ruta pero saltándonos 34 kilómetros y 650 metros, entonces pensamos que estábamos en mitad de una sierra que no conocíamos, a casi dos horas en coche de casa pero además lejos de cualquier casa, pueblo o persona que nos pudiera socorrer en caso de avería más grave, rodeados de montañas, árboles, frío, barro, posibilidad de lluvia, no nos podíamos arriesgar a seguir. Se nos podía hacer de noche y estar perdidos.

David y yo, él algo enfadado por cortar la ruta por una avería, dejamos de bajar y empezamos otra subida hasta el Puerto del Barrancazo donde nos unimos al regreso de la ruta marcada, luego ya más despacio hicimos más paradas para hacer más fotografías hasta que llegamos a un bonito rincón desde el que se veía todo el valle que habíamos rodeado y Alcaraz al fondo. Grabamos un montón de vídeos, bajando, subiendo, incluso con una caída lateral.

El tema de la cámara que queríamos probar me gustó, no se si lo suficiente como para querer una, le vi lagunas, ventajas y desventajas respecto a mi cámara de fotos. David está más convencido que yo. Está el problema del sonido que al ir tan protegida y hermética para la lluvia, agua, etc... no graba sonido, otra pega es que para hacer buenas tomas hay que dedicarle tiempo, para hacer un buen vídeo tienes que empezar a grabar, cortar, repetir la toma, ponerte en posición, frenar, volver a subir, volver a bajar, es decir, perder mucho tiempo en la cámara, porque si te la colocas encima de la cabeza para subir o bajar no ves más que un rollo de paisaje bonito pero continuo, que ahora que lo pienso podría grabar una ruta completa de 4 horas y luego en casa utilizar el vídeo editado con la música adecuada para hacer spining como si fueras escalando por la sierra, otra pega que le veo es el tiempo que se necesita para editar el vídeo, subirlo, archivarlo, etc.. una foto la guardas, o la imprimes, o la subes a un blog como este en cuestión de segundos, pero un vídeo requiere un tiempo de trabajo previo enorme. Las ventajas son la comodidad de las fotos automáticas, que la calidad no es mala, o incluso es buena, la primera foto de esta entrada está hecha con la Gopro de forma automática desde el casco y me gusta mucho esa foto, que no pones en riesgo la cámara de fotos ante caídas o golpes, que en un momento dado puedes grabar un trozo de vídeo, en general yo casi que la veo más como cámara de fotos robusta que puede hacer vídeo que como cámara de vídeo que hace fotos.

Al llegar al coche eran ya la 13:30h. y habíamos salido a las 9:15h. es cierto que habíamos parado más de la cuenta, y cuando vimos que averiamos paramos incluso más, nos reímos y pasamos un día genial, hubo un momento en el que pedimos silencio por el dolor de garganta que tenía yo y de mandíbula David de tanto reírnos, pero cuando terminamos de cambiarnos y recoger las bicis en el coche, etc... eran más de las 14:00h. si no hubiera sido por la avería y hubiéramos continuado toda la ruta pensamos que podría ser que se nos hubiera hecho de noche, me pareció un desastre, media ruta y llegamos a la hora de la comida. La prueba de los 10.000 del Soplao sería como hacer esta misma ruta 4 veces, incluso un poco peor, subimos 1.000 metros en 40 kilómetros por 4 veces son los 4.000 metros y 160 kilómetros de la ruta, imposible que hagamos esta ruta 4 veces en un solo día. Hay gente que lo hace en 7 o 8 o 10 horas pero en menos de dos días me parece imposible para mi.

Luego analizando todo más despacio me di cuenta que no todo era tan negro, respecto a esta ruta yo creo que el trozo que nos quedó era más sencillo, incluso creo que tenía algún trozo de carretera. Pero lo importante es que realmente fueron 4 horas y cuarto entre salida y llegada pero por lo menos medía hora o quizá más, la gastamos en fotos, vídeos, gracias, risas, mirar la avería de David, y sin contar con parar a beber, comer, o descansar que esto es necesario, pero medía hora la podíamos ganar seguro, aunque lo dejemos en 4 horas que es una media de 10 km/hora total, no en movimiento que es algo mayor, sale que los 164 kilómetros los hago en 16 horas, y aquí ya he incluido una hora extra de descansos fuera de los necesarios, que es el tiempo límite para superar esa dura prueba de los 10.000 del Soplao que se celebrará el 19 de mayo. Y los algo más de 6 meses de "entrenamiento" que tengo por delante. Contando con que hace poco más de un año no sabía montar en bici e iba con un casco de patines.....

viernes, 4 de noviembre de 2011

Probando, probando...

Aunque en esta ocasión me han tenido que animar, cuando se quiere hacer una cosa se ven muy pocos impedimentos, en esta ocasión era hacer algo que poca gente haría, salir a montar en bici estando lloviendo.

Tenía una cámara de vídeo Gopro Hero que me han dejado para llevarla el domingo a la ruta que vamos a hacer en Alcaraz y quería probarla. Sentir el peso en el caso y sobre todo ver como se vería después en el ordenador o en la TV porque la cámara no tiene pantalla para ver como va saliendo, y para no llevarnos luego una sorpresa creía imprescindible probarla antes de utilizarla por primera vez.

El problema es que ha estado lloviendo todo el día y no podía salir por caminos cercanos sin arriesgarme a embarrar y quedarme atascado y pensé en subir al repetidor de Herencia que es un carreterín. Además luego podría grabar la bajada más rápida quizá quedando mejor, pero lo que sucedió es que en el momento de salir estaba todo el cielo gris y no paraba de llover, menos mal que en un momento en el que estuvo 5 minutos sin llover me animó Belén a salir y probar la cámara.

Así que salí con la bici en el coche dirección al repetidor de Herencia para subirlo un par de veces.

Nada más salir en el coche empezó a llover otra vez y a la salida de Herencia para coger la carretera dirección a Villarta había unas vallas cortando el acceso, no lo se con seguridad pero probablemente el agua de las lluvias impedían cruzar la carretera, así que seguí adelante para llegar al cruce de la Ctra. de Cinco Casas y desde allí llegar a Villarta para entrar a la subida al Repetidor desde el otro lado, pero lógicamente también estaba cortado, algo más cerca pero el problema era el mismo solo que ya que estaba allí aparqué el coche en la gasolinera y saltándome la valla me fui a por el Repetidor.

La ruta fueron solo 20km y 275 metros de subida, de los que probablemente almenos 250 metros sean del repetidor. Llegué a la cima cansado, muy cansado, con ganas de para a descansar en varios tramos pero sin embargo cuando llegué arriba y miré el reloj vi que había subido en solo 23 minutos, creo que es mucho menos de lo que pensaba, además metiendo el plato pequeño que pensaba que me iba a retrasar mucho y no fue así, desde abajo con el cruce de la carretera hasta la valla verde de acceso al repetidor 23 minutos, no se los segundos, lo mismo fueron 59 segundos más, pero en minutos 23.

El vídeo, que era lo que quería probar, ha estado bien, una persona sola tampoco puede hacer maravillas sin perder mucho tiempo pero es mucho más cómodo que grabar con el móvil o llevar una cámara de fotos buena que se puede caer, como ya me ha pasado, y fastidiarse la cámara de fotos familiar.

Lo que no me ha salido es hacer fotos, he hecho varias y creí que las estaba haciendo bien, pero al enchufar la cámara al ordenador no tenía fotos solo los vídeos y se que se puede programar la cámara para que la haga de forma automática y también de forma manual. Luego en casa estuve mirando como hacerlas y ya he aprendido, mejor así que venirnos el domingo de Alcaraz sin fotos.

En general me gustan más las fotos que los vídeos por ser algo más sencillo de hacer y en el que se pierde menos tiempo, con las cámaras que se pueden tener hoy en día se puede hacer una buena foto en unos segundos, para hacer un buen vídeo se necesita perder mucho más tiempo en la preparación, en la edición, en subirlo, etc... además en un futuro libro en papel que se convertirá el blog puedo poner fotos pero no vídeos.



Cuando llegué al coche ya era de noche. Tardé una hora en hacer los 20 kilómetros de la ruta incluída la subida, pero con el cielo tan gris, con tantas nubes, lluvia, algo de viento y el atraso de una hora en el reloj respecto a la semana anterior cuando llegué al coche me alegré de no haber intentado una segunda subida consecutiva.