domingo, 30 de octubre de 2011

Segunda subida a la Calderina

Hoy hemos vuelto a ampliar el grupo de salida, llevamos dos domingos seguidos conociendo a otros ciclistas de Alcázar y eso está bien.

En esta ocasión hemos quedado con otros 4 que suelen salir juntos principalmente por la zona de Puerto Lápice para subir la Calderina desde Urda. Un recorrido que hice hace unos meses, justo la semana anterior a que hiciera la cicloturista de Villacañas y me arañaran la bici cuando la tenía vendida, pero en aquella ocasión la ruta tenía además de esto la subida al Reventón, hoy me alegré de que uno del grupo fuera tocado de la pierna derecha y acortáramos dejando sólo la Calderina porque el Reventón me dejó entonces como su nombre y luego no tenía fuerzas para subir la Calderina sufriendo los calambres que he pasado otras veces.

Hoy he ido muy cómodo, lo primero es que ha sido la primera salida en muchos meses en la que hemos pisado barro, ¡y que gozada!, he ido mucho más cómodo pasando por charcos que por el suelo seco, lleno de polvo y resbaladizo con piedras sueltas de estos meses de verano.

Lo segundo es que no es lo mismo cuando vas sufriendo a cuando vas fuerte, o cuando te van esperando a cuando vas esperando. La otra vez que vine a la Calderina me quedé abajo al comienzo de la subida diciendo que no iba a poder subir, y solo después de estar parado 10 minutos estirando los muslos y gemelos y pasando los pinchazos musculares me atreví a arrancar, teniendo que parar en dos ocasiones para respirar, y al final arriba volver a tirarme al suelo con la pierna agarrotada y dura como una piedra, hoy he subido del tirón, sin bajarme, llegando el tercero del grupo cerca de los dos primeros, dejando hasta 4 piñones sin usar y es que aunque es una subida muy larga y que los dos primeros tramos se hacen un poco pesados no tiene una pendiente exagerada, es asumible para casi cualquiera con un poquito de entrenamiento o kilómetros en las piernas.

Estando arriba y ya preparándonos para bajar llegó Juanjo, que en un principio no iba ni a intentar subir, y antes de bajar dije de hacernos una foto de grupo, algo imprescindible para el recuerdo. Lo mejor fue cuando David me pidió que sacara el trípode y todos pensaban que hablada en broma o por alguna coña nuestra y me vieron sacar un trípode de verdad para la foto.

En la bajada Juanjo se puso su cámara Gopro HD Hero para grabar el descenso y le comentamos que David y yo estamos mirando y nos gustaría probar una. El domingo que viene, dependiendo de las lluvias, intentaremos ir a la Sierra de Alcaraz a hacer nuestra primera ruta por esa zona, y si no pasa nada nos llevaremos su cámara para además de las imprescindibles fotos grabar un vídeo, y luego ya veremos que pasa con la compra de la Gopro HD Hero 2 que es el nuevo modelo que han sacado pasando de 5 a 11 Mpx y 1080p y algunas mejoras más.

Ya veremos que hacemos porque en el grupo iba uno que por no llevar no llevaba ni cuentakilómetros y otros llevamos hasta un trípode, que sin cuentakilómetros no se como controlará los cambios de cadena, y otros mantenimientos de la bicicleta, luego le pasará como también a otros que nos toca cambiar casete, o platos, que me he librado por los pelos, parece que ya se estabiliza y no me va a tocar cambiar casete.

La vuelta desde la Calderina hasta el coche aparcado en Urda fue un verdadero suplicio, sufrimiento o calvario para Juanjo que no podía pasar de 15 km/hora. Pero al final salió un bonito día de bici con más de 600 metros en 50 kilómetros, algo que esperemos que se quede en simbólico con la paliza que nos pensamos meter el próximo domingo en Alcaraz.

viernes, 28 de octubre de 2011

Paseo al... ¿Guadiana?

Es curioso leer sobre este río, no se si serán todos los ríos igual de problemáticos en cuanto a su recorrido, nombre, aparecer y desaparecer, pero al final ya no se cuando pasas por uno o por otro.

He salido, hoy viernes, con la intención de llegar a Tomelloso pero al final perdí la motivación que llevaba y me di la vuelta antes, además quería llegar pronto a casa y después de una larga parada para charlar me di la vuelta en el río, y a la vuelta mientra hacía una foto panorámica de los molinos de Alcázar y luego lavaba la bicicleta de barro, que por fin el terreno está blando y se mancha la bici, pensaba en el agua y en los ríos.

Resulta que ni los expertos en este asunto tienen claro donde nace el río Guadiana, pero es que incluso yo creo por lo leído que hasta su existencia se puede poner en duda como dicen algunos expertos, siendo en realidad el Cigüela el río principal y el conocido como Guadiana un afluente de este. Y todo esto por no hablar de los distintos nombres del Cigüela dependiendo del tramo o de la señal de carretera que nos encontremos en un mismo tramo, llamándose de una manera distinta Cigüela o Gigüela según el sentido o margen del río.

Luego pensaba mientras lavaba la bici en los castigos que recibía en el colegio de Madrid, en 4º de EGB, y hasta en el nombre del profesor que era de Malagón, por no saberme el nombre de todos los afluentes de todos los ríos, si fuera ahora tendría una seria discusión con él, y quizá le devolvería algún capón.


El río que nace en Viveros (Albacete) va hasta las Lagunas de Ruidera pero ahí todavía no aparece en los mapas como río Ruidera, lo hace con otro nombre, sin embargo una vez que sale del Pantano de Peñarroya y cruza La Alameda de Cervera ya se llama "el canal de Guadiana". Ha pasado de ser un arroyo con cualquier nombre a Guadiana. En los mapas aparece en Viveros como Arroyo Pinilla y sigue con este nombre en su curso hacía el Norte hasta que llega a la primera de las lagunas de Ruidera, luego cuando en Peñarroya salta la presa y se convierte en un canal ya es el canal del Guadiana, es decir pasa de no existir o ser el río Pinilla al canal del Guadiana sin explicación, luego el canal de funde con en Cigüela y el Záncara que vienen de la zona de Cuenca y Madrid y después en las Tablas de Daimiel quedan todos, Záncara, Cigüela, y Canal del Guadiana, unidos y conocidos como el río Guadiana. Esto sin mencionar los pozos para quitar el agua del río e introducirla en el acuifero 23 que hay por debajo de donde pisamos y nos suministra de agua a nosotros y sobre todo a la agricultura. O los famosos Ojos del Guadiana que tenemos testimonios de su existencia pero como brotes de agua subterranea no los hemos conocido ninguno.

Por esto el paseo de hoy se puede denominar como paseo al segundo cruce con del canal del Guadiana con la Autovía de los viñedos. Una ruta que quería hacer rápida y efectivamente salió una media de 25 km /hora en movimiento, muy bien para mi aunque sin llegar a Tomelloso no es lo mismo, pero con dos largas paradas.

domingo, 23 de octubre de 2011

Vía Verde del Aceite. (Jaén).

Empezamos el mes haciendo nuestra primera Vía Verde en el Tajuña y casi lo terminamos haciendo otra, la segunda.

En esta ocasión en Jaén, para hacer la Vía Verde del Aceite. Desde Jaén hasta Alcaudete, exactamente en el embalse de Valdomojón que ahora después de tanto tiempo sin llover estaba algo seco o le faltaba agua. Y pasado Alcaudete esta Vía Verde continúa con la llamada Vía Verde de la Subbética.

Pero hacer los dos tramos y volver supondría pedalear casi los 200 kilómetros y eso ya empieza a ser una barbaridad para casi todos. Así que con los 55 de ida más los 55 de vuelta del tramo llamado "del Aceite" teníamos más que suficiente.

Esta Vía está cuidada en su recorrido, no tanto como la del Tajuña que es un carril bici en el campo pero es muy cómodo, la única dificultad de esta ruta es aguantar 110 kilómetros y hacerlo a la velocidad adecuada a cada uno.

Antes de empezar los entrenamientos de subidas y subidas, y empezar a coger odio a la bici queríamos pasar otro domingo con las chicas y las bicis y además superar su propio record, los 94 de Belén en la otra Vía y los 92 de Carolina en el viaje a Ciudad Real y las dos superaron e igualaron su record dejándolo en los 113 que hicimos hoy. Además en 6 horas y media y con solo 1:20 de tiempo parados y una media en movimiento de 22 km/hora, además de desnivel tampoco estaba tan mal que incluía 581 metros positivos, algo muy aceptable si no estás acostumbrado a las subiditas, ya que aunque no había ninguna cuesta con pendiente para plato pequeño ni siquiera para los piñones más grandes (max 7% de desnivel) si había suficientes subidas como para sumar los 581 metros.

Se formó un grupo grande, de más de 30 personas de Alcázar de San Juan conocidos ya de otras quedadas y todos aficionados a la bicicleta y decidieron ir en un autobús y llevar muchas de las bicis de todos en una furgoneta grande y otras con un carrillo en otra furgoneta más pequeña pero además de que no cabía todo el mundo en el autobús alquilado y nosotros fuimos los últimos en apuntarnos, y aunque finalmente hubo unas bajas y si hubiéramos cabido, preferimos ir en nuestro coche por si sufríamos más de lo previsto y nos teníamos que dar la vuelta antes. O parar más a descansar y no perjudicar al resto del grupo teniendo que esperarnos. Era mucha distancia para Carolina y Belén y aunque sospechábamos que, después de la ruta de la semana anterior a Ciudad Real con 92 km por peores caminos que hoy, si lo iban a lograr no queríamos retrasar a un grupo ya formado, y de este modo no arriesgábamos.

La ruta estuvo bien, el paisaje nos gustó más el que vimos en el Tajuña, aquí básicamente eran olivos, más olivos y más olivos, comparando las viñas que hay en la mancha con los olivos de Jaén en realidad son 4 plantas comparados con la cantidad de olivos que hay aquí, que barbaridad, no se ve ningún otro cultivo.

La ruta la hicimos a un ritmo muy aceptable, alguno podría ir más rápido, otros hubieran preferido algo más despacio, pero en general todos llegamos juntos al final, hubo una retirada, dos abandonos por calambres y yo se que es eso en mitad de una prueba y lo mal que se pasa, y una pájara que dejó sin fuerzas a otro.

Al llegar al punto de vuelta paramos a comer la típica barrita, beber un poco de agua y hablando de si hacíamos una foto y como la hacíamos para poder salir todos, aproveché para sacar el trípode que suelo llevar, menos en las cicloturistas que ya me dejo en el coche en las salidas normales tranquilas, independientemente de la distancia, o con quien vaya, siempre llevo el trípode en la mochila.

Así que aquí estamos todo el grupo que llegamos al final del tramo antes de darnos la vuelta a Jaén, precisamente en este punto comienza la siguiente Vía Verde llamada la Subbética. Según he contado y si no me he confundido 30 ciclistas.

A nivel de incidencias solo dos pinchazos a un mismo ciclista, la verdad es que llevaba muchas papeletas para que le pasara algo, saliendo con un alambre clavado en la llanta más lisa que la que yo tiré la semana pasada, con cámara sin líquido sellante, sin banda de kevlar, y todavía sin llover y aún con abrojos punteagudos por los caminos.... si me lo pusieran así de fácil en la primitiva sería como darte el premio gordo y bote acertando solo 3 de 49 números pero marcando 15.

La primera vez puso la cámara de reserva que lleva todo el mundo pero para la segunda alguien se tuvo que dar la vuelta para prestarle una, David más manitas y con más experiencia en esto ayudó y entre los tres y el de la cámara de fotos pronto cambiamos la del primer pinchazo.

También hubo unas personas que cuando se quedaron descolgadas se equivocaron de ruta e hicieron algún kilómetro más hasta que se dieron cuenta y eso que la organización estuvo realmente bien para no ser un grupo "profesional", con siempre uno o dos en la cabeza del grupo para ir marcando el ritmo y frenar o acelerar cuando tocaba y uno detrás comunicado con un walky-talkie para acompañar y ayudar a los más rezagados.

Cuando regresamos a Jaén en el techo del coche seguían estando los tornillos que se había dejado David de sujetar su bici a la baca del techo, buena gente la de Jaén que no tocó lo que no era suyo, tampoco era un billete eran 4 tornillos pero nos podría haber complicado el regreso teniendo que meter la bici completa dentro del coche o teniendo que pedir ayuda si nos hubieran faltado los tornillos.

Cargamos las bicis en el coche, nos cambiamos un poco, quitado las calas, y maillot por un chandal y unas deportivas, y nos fuimos a comer a un restaurante con el que ya habían concertado la comida.

La comida estuvo bien, un menú con sus tres primeros a elegir, sus tres segundos a elegir, postre y café.

Todo amenizado por los 4 de siempre y de los nuevos compañeros super simpáticos con los que hablamos y nos contaron cosas de ciclismo, bicicletas y ciclistas de Alcázar.

Puse cara a algunos de los que leen el blog y también vi en persona a gente que había visto en otros foros y páginas.

No siempre se tiene tiempo y es compatible salir con tanta gente, de niveles tan distintos, horarios, tiempo, etc. pero de vez en cuando es agradable montar en bici y que no sea solo o con otro.

viernes, 21 de octubre de 2011

De pinchazo a pinchazo

Después de toda una semana sin montar el viernes por la tarde quería volver al repetidor de Herencia para ver si bajada de 3 horas el ir, subr y volver, pero me entretuve en casa haciendo cosas y al final cuando quise salir eran casi las 17:00h. y se me iba a hacer de noche.

Al coger la bicicleta veo que tiene la rueda trasera casi aplastada, pero la dejé bien en martes. El domingo al regreso de Ciudad Real estaba bien, luego estuvo un día, el lunes, en casa y otro, el martes, en la tienda Repabike cambiando la cadena después de 3.000 km dejando el casete un poco tocado, así que no sabía cuando había pinchado, además tanta banda de Kevlar que llevo más cámara con líquido autosellante y no ha funcionado.

Se supone que si me funciona la cámara como la otra vez al inflarla se debe sellar con el líquido que lleva dentro y dejar de perder, por lo que pongo el compresor la hincho y salgo a la calle, en 1 minuto la rueda vuelve a estar floja.

Entonces pienso que lo mismo al desmontar la rueda para arreglarla se ha podido salir el líquido por un pinchazo grande tipo raja y por eso no sellar y me voy a encontrar todo mojado y sin reparación por no poder poner un parche, y si la arreglo en casa con una cámara normal y luego quiero poner otra autosellante me va a costar un trabajo doble, por lo que decido ir directamente a la tienda a comprar una cámara Slime y luego hacer una ruta más corta, quizá Criptana, molinos, cerro.... Subí a la tienda casi todo el rato de pié echando el peso en la rueda delantera.

Resulta que no le quedan cámaras Slime y me pone una clónica, y me voy a los molinos de Alcázar, los subo una vez, luego el cerro, voy a por la segunda, la primera vez que voy a subirlos dos veces seguidas, y justo cuando estoy coronando veo que la rueda delantera se viene abajo.

Arriba me ofrecen ayuda otros dos ciclistas y les digo que tengo cámara, parches y bomba, así que solo necesito tiempo y se van para abajo, empiezo a desmontar, quitar la cubierta, quito un par de abrojos, pongo la de repuesto y la bomba que llevo no es capaz de inflar la cámara. Primero la cámara es presta (válvula fina) y la bomba es schrader (gorda) pero llevo un adaptador que por un euro es lo mejor del mundo para las gasolineras o un compresor pero para mi bomba es una patata. Ni con el adaptador ni dando vueltas a la bomba consigo que alcance más de la mitad del aire, máximo 1 kilo y da la llanta en el suelo.

Me toca llamar a Belén para que suba con el coche y el pequeño compresor de enchufar al mechero para dar aire, menos mal que estoy en Alcázar y no a 60 kilómetros en medio de un camino de una viña de cualquier pueblo. Nada más arreglar la rueda arriba lo primero que hago antes de ir a casa es volver a la tienda y comprar una bomba en condiciones, por lo menos llevar una bomba para dar aire que si no tampoco sirve de nada llevar cámara, parches, desmontables ni más cacharros, sin la bomba no llevo nada.

Durante la hora que estoy esperando en los molinos aprovecho para jugar con la cámara de fotos, hacer unas panorámicas, unas en blanco y negro, unas en movimientos, en parado, jugando con el movimiento de la rueda incluso llego a quitar la pegatina de la horquilla Reba para que no se vea y hacer la foto del disco de freno simulando ser las aspas del molino y la horquilla el palo que movía el molino para orientarlo a la dirección del viento.

domingo, 16 de octubre de 2011

Ruta provincial 1 de 5. Alcázar de San Juan - Ciudad Real

El domingo comenzamos uno de los retos más complicados que nos hemos puesto, consiste en hacer cinco rutas en bicicleta de montaña para unir por caminos a Alcázar de San Juan con las cinco capitales de provincia de la comunidad de Castilla la Mancha, Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo.

Esta primera ruta estaba marcada como comienzo del recorrido en el ayuntamiento de Alcázar de San Juan y finalizar también en el ayuntamiento pero de Ciudad Real.

Para hacer la primera de estas cinco rutas tuvimos que recorrer 92 kilómetros por caminos pero con un escaso desnivel de 137 metros positivos.

Salimos a las 8:00h. de la mañana de casa y tras gastar 10 minutos en hacernos unas fotos en la fachada del ayuntamiento salimos dirección Villarta de San Juan por el camino Guerra, la mañana era fresca, no hacía excesivo frío pero como había mucha niebla la humedad se pegaba tanto en nosotros como en las bicis y el poco polvo que levantábamos formaba una capa de barro también en nosotros y las bicicletas. En menos de 10 kilómetros llevábamos ya las bicicletas como si volviéramos de una maratón de varios cientos.

David salió casi sin pilas en su GPS por lo que para consultar la dirección a seguir era yo quien marcaba el camino. Justo a mitad del camino entre las tablillas del Guadiana y Villarta había un trozo de recorrido de unos 800 metros que no existía camino, estaba sin arreglar y lleno de cardos, y otras hierbas, atravesamos por un campo segado, pero al final de unos 400 metros había un campo arado y para evitar ir andando volvimos a atravesar el campo en otra dirección para unirnos a otro camino paralelo, fue cosa de poco pero ya nos hizo sospechar que esto podría ocurrir más veces al ser una ruta totalmente nueva para los 4, y posiblemente completa nueva para todo el mundo.

Llegamos a Villarta de San Juan a las 10:00h., unos 32 kilómetros con las paradas de las fotos del ayuntamiento salía una media suficiente para llegar a Ciudad Real a comer, y con ganas de tomar un café nos sentamos en una terraza para tener las bicis cerca.

Todavía no habíamos visto el sol y si nos separábamos más de 100 metros no nos veíamos, apagamos las luces de las bicis en el camino pero luego por miedo a que pasara algún coche como nos pasó volvimos a encender las luces de posición roja intermitentes para que se nos viera bien, además de coches había algún cazador y no queríamos tener problemas.

El café nos sentó fenomenal para entrar en calor aunque como suele ser habitual nos metimos en la peor cafetería que tiene que existir en Villarta para desayunar, no tenían ni un triste donuts, magdalena o algo... solo lo podíamos acompañar con un pincho de chorizo frito o una de nuestras barritas que fue la opción elegida.

El tramo de Villarta de San Juan a Arenas de San Juan es corto, además íbamos por un camino paralelo a la carretera que los une y no representó mayor problema.

Al cruzar el pueblo paramos en una panadería muy pequeña, el máximo de personas que podían estar sin darse codazos eran dos, para comprarnos los dos únicos bollos de chocolate que tenían y un paquete de pilas para el GPS de David, que aunque al decirme el precio se me hizo barato, cuando nos fuimos y colocamos las pilas nos dimos cuenta de lo caras que habían salido las cuatro pilas gastadas.

De aquí a a la zona de influencia de las Tablas de Daimiel encontramos otra dificultad como también en algún tramo alrededor de Villarta, antes de llegar y pasado, y es que los caminos estaban llenos de arena suelta que hacía que la bicicleta se clavara bastante dificultando la pedalada y haciéndola más pesada.

Después de esto tuvimos un tramo muy divertido hasta llegar a las Tablas de Daimiel, era un camino paralelo al río por el que no debe pasar ningún vehículo a motor, el camino era absolutamente virgen, algunas veces costaba diferenciarlo del resto de maleza por estar cubierto de vegetación, haciendo eses a derecha e izquierda y si nos separábamos más de 20 metros se nos veía solo el casco entre las plantas, era un buen sitio para grabar un vídeo o hacer unas fotos pero íbamos todos concentrados para no caernos, mirando cerca de la rueda por si había algún agujero o madriguera o alguna piedra que nos tirase.

La llegada a las tablas fue muy bonito, una zona ancha, muy verde, con agua, quizá hace dos años tuviera más agua, pero también ha llegado a tener mucha menos que ahora. Paramos para hacernos unas fotos y ya despacio sabiendo que teníamos dos terceras partes realizadas fuimos despacio viendo el paisaje hasta el siguiente descanso.

Pasamos por el centro de interpretación y parking de las tablas y de ahí al molino, donde cerca hay un bar y nos sentamos ha tomarnos una coca-cola (pepsi por suerte para Belén) y engrasar cadena, que entre la niebla, el polvo y los 60 kilómetros que llevaríamos sonaba bastante la carraca.

Desde las Tablas a Ciudad Real el camino mejoró bastante, entre el Camino de Don Quijote y el Camino de Guadiana tuvimos muchos tramos cómodos, llanos y sin piedras ni arena, pero los kilómetros iban castigando las piernas de las chicas menos acostumbradas a hacer estas rutas y estos kilómetros como nosotros.

En el cruce entre la carretera que va de Carrión de Calatrava a Fernán Caballero con nuestro camino llegamos a un sitio con muchos coche, había mucha gente por ahí andando y nos dimos cuenta que estaban asando, ya serían cerca de la 13:00h y pensé en lo bien que se estaría ahí con amigos pero con los niños y sin bicicletas pero todavía nos quedaba otro poco para llegar. Este sitio era una ermita llamada Nuestra Sña. de la Concepción de Carrión de Calatrava. Pero no era la típica ermita que hay encima que cualquier cerro para que vayan los ciclistas todos los domingos, era un complejo grande, bien arreglado, preparado para merendar, para pasar un día en el campo en familia, y además a 400 metros había un castillo que luego busqué en internet y se utiliza por la junta como complejo arqueológico para estudiantes y rehabilitación.

Fue una suerte pasar por aquí y conocer más sitios de nuestra provincia que no conocíamos antes. cuando hice la ruta pasé por este camino como la podría hacer por cualquier otro paralelo y sin embargo acerté en buscar el camino bueno. Hasta aquí hicimos los últimos kilómetros con alegría, después ya vendría el tramo final, el más pesado, y no por duro, que la ruta seguía siendo llana y tranquila, fue por la acumulación de kilómetros.

A Belén eso de ir a un sitio y no ver el final la cansa y aunque paramos para comer un poco y volver a reponer fuerzas los últimos 10 kilómetros fueron demoledores para ellas. Belén ya había hecho, además recientemente, una ruta de 94 kilómetros en la Vía Verde del Tajuña pero fueron por un carril bici que no tiene nada que ver a caminos de arena, piedras, baches, etc.

La llegada a Ciudad Real fue emocionante para nosotros, habíamos terminado la primera ruta provincial que nos habíamos fijado y encima acompañado de las chicas, habíamos pasado un día juntos y habíamos llegado sin incidencias y sin problemas. Era un poco tarde y aunque íbamos a dar una vuelta por Ciudad Real nos dirigimos a la plaza a terminar con la foto de la llegada, comer algo y luego si nos daba tiempo lavar las bicis antes de subirlas en el tren de vuelta.

Circulando por la ciudad Carolina tuvo un pequeño percance al golpear en una pedalada con el pie y pedal en el bordillo, la tiró al suelo y aunque parecía un gran golpe al final no fue nada.

Llegamos a las 15:00 a la plaza a hacernos la foto de finalización de ruta, nos quedaban por tanto dos horas antes de que saliera el tren para Alcázar, elegimos un bar para tomarnos unas cervezas y unas raciones y nos sentamos a comer mientras notábamos que éramos el comentario de otros clientes y nos miraban tanto a nosotros como a las bicis.

No elegimos el mejor bar, un camarero lento, con una comida normal, por cierto comí por primera vez gachas con sabor a cominos, pero aún eso nos sentó de maravilla tanto el descanso como el meter alimento a nuestros estómagos.

Después de esto preferimos tomarnos un café en otro sitio para poder comer algo de dulce y a 20 metros había una pastelería, pero entre unas cosas y otras el tiempo iba avanzando y teníamos 15 minutos para llegar a la estación antes de que saliera el tren.

Llegamos a tiempo y pudimos pasar y subir las bicicletas al tren para regresar, justo delante del revisor que vino directo a nosotros con intención de echarnos del tren, nos preguntó directamente si teníamos permiso para viajar con "eso", "eso" eran las bicicletas, y cuando les dije que si tenía billetes sacados con anterioridad para las cuatro bicis se tuvo que calmar y solo preguntarnos a donde íbamos, intentamos ser todos cordiales pero estaba pensando que iba a donde tenía billete, ni más ni menos y si molestaban que no vendan billetes y anuncien que está prohibido subir bicis al tren, pero mientras no sea así y vendan billetes no tiene que atosigarnos como si lleváramos algo ilegal.

Una cosa que nos fastidió es que al ir David y yo vestidos con la misma camiseta de la cicloturista de Villanueva de los Infantes la gente se podría pensar que veníamos de allí, o que éramos de allí, y volvimos a echar de menos el no tener una equipación propia o al menos que hiciera referencia a Alcázar no a otro pueblo.

Al llegar a Alcázar mientras David y Carolina se fueron a casa nosotros nos fuimos al lavadero para dejar las bicis limpitas de polvo y barro, engrasar y listas para llevarla el lunes al taller que tengo la cadena para cambiar y quizá por el tiempo también el casete de los piñones.... otro pastón.

Pero en general fue un muy buen día, incluso la vuelta en tren fue divertida, todos hacía años que no montábamos y nos estuvimos riendo de nuestras pasadas aventuras, de las anécdotas del día y también pensando en próximas jornadas en bicicleta juntos.

sábado, 15 de octubre de 2011

Cubierta nueva

Si cambiara las ruedas del coche con la misma frecuencia que la de la bici tendría que vender el coche. Comentábamos en broma que para ahorrar dinero iba a vender la bici y empezar a practicar el Polo, debe salir más barato mantener un caballo que una bicicleta de MTB.

Con 2.900 km tenía la rueda de atrás, una Schwalbe Nobby Nic 2.25, sin ningún dibujo y empezándose a desgastar la base de la cubierta, y me compré por consejo de tendero y por leído en foros una rueda más fina, una Hutchinson Piton 2.0.

He notado un montón la diferencia, pensé que iba a ir más inseguro al ser más fina pero no ha sido así, de todas formas como la rueda delantera todavía tiene prácticamente todo el dibujo la mantendré con esa anchura que acostumbrado a lo que llevo si voy conduciendo y veo la rueda tan fina me asusto.

Lo dicho, cambio las ruedas del coche cada 50.000 o 60.000 km, vamos 4 personas y como pille una oferta me sale casi por el mismo precio la rueda.... con la bici cada 3.000 km la trasera, va una persona y encima cansada.... la tengo que cambiar yo en mi taller, la cocina, y el equilibrado, ajuste de frenos y cadena lo tengo que hacer yo, además de poner tiempo, herramientas, barrer y fregar el suelo del taller cuando termino... creo que hasta el mantenimiento de un formula 1 es más económico.

viernes, 14 de octubre de 2011

Conociendo al tío Camuñas. El hombre del saco.

Siempre he tenido la creencia infantil de que el hombre del saco que tanto asusta a los niños y el tío Camuñas es la misma persona. La primera vez que vine a Alcázar de San Juan y crucé por Camuñas, no existía entonces la autovía de los viñedos, descubrí que existía un pueblo que se llamaba Camuñas, pensé "¡coño el pueblo del hombre del saco!" ahora se que es una creencia injusta para este héroe nacional en la guerra de independencia, un guerrillero manchego que hizo la vida imposible a los franceses que pilló. Después de documentarme un mínimo sobre su vida quitaré o no crearé esa falsa creencia en mis hijos y el hombre del saco lo ubicaré en otro pueblo.

Por otro lado ha sido una simple ruta de llanear de pueblo a pueblo de 65 km con intención de hacer alguna subida pero el teléfono me obligó a hacer muchas paradas y al final tuve que dejar de entretenerme porque se hacía de noche y no llevaba luces suficientes para hacer una ruta nocturna.

Hasta Villafranca fui acompañado de Belén y Carolina pero luego ellas se dieron la vuelta y yo continúe, me quedé con ganas de subir los molinos del Puerto, de Herencia, el repetidor, lo que fuera, pero paso entre todas las elevaciones sin subir a ningún sitio. De aquí a dos semanas tengo que hacer que todas las rutas de más de 50 metros incluya cerca de 1000 metros ascendentes.

Tengo muchas ganas de conocer la Sierra de Alcáraz y admirar los paisajes de allí mientras sufro dando pedales.

jueves, 13 de octubre de 2011

de Alcázar de San Juan a Castilla la Mancha

Hoy hemos dado el primer paso para la realización de un reto que nos hemos puesto David y yo que consiste en unir Alcázar de San Juan con las cinco capitales de provincia de Castilla la Mancha.

Este domingo vamos a empezar por la ruta más corta de las 5, vamos a ir de Alcázar a Ciudad Real y vamos a volver en tren. Además a esta parte del reto nos van a acompañar Carolina y Belén.

De las 5 rutas esta es la de menos kilómetros y también la de menos desnivel, aun eso la ruta diseñada con los mapas, sin conocer realmente los caminos y mucho menos su estado actual, tiene casi 100 km aunque solo saldrán unos 150 metros de desnivel al ir paralelos a un rio hasta las Tablas de Daimiel.

Ya tenemos diseñada la ruta a Albacete y la de Toledo hemos visto que ya existe en wikiloc, posteriormente y estando pendiente de las futuras lluvias y viento planificaremos las rutas a Cuenca y la más complicada que será Guadalajara.

Es un proyecto que nos parece divertido a la par que necesario para coger fondo para pruebas más duras, las 5 rutas serán por caminos evitando siempre en la medida de lo posible cualquier carrereta o zona de tráfico motorizado, como no tenemos fecha ni prisa las intercalaremos con rutas de más metros y desnivel, por ahora solo tenemos fecha para este domingo, Ciudad Real.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Paseo por Ruidera, Rochafrida y Montesinos.

Aprovechando el día festivo del día del Pilar, 12 octubre, nos fuimos a montar por las lagunas de Ruidera. Y aunque teníamos la posibilidad de coincidir con más gente de Alcázar no podíamos por ir ya acompañados.

Preparamos una ruta corta que no llegó ni a los 40 kilómetros y además evitando subidas, en un principio la idea era bordear las lagunas y subir solo a la cruz que hay sobre la laguna de San Pedro y quizá allí coincidir con gente de Alcázar y parar un rato a saludar.

Pero la verdad es que la compañía estaba acostumbrada a caminos llanos, sin piedras lo más parecido a carriles bicis y teníamos que ir muy despacio. Aprovechamos para admirar los paisajes ya que hacía un día maravilloso de sol con una temperatura perfecta para montar en bici.

Volvimos a pasar el "el charco" que es el arroyo que baja por la cañada de las Azadillas, y mientras ellos pasaban andando por las piedras nosotros volvimos a intentar hacer fotos chulas salpicando agua por todos los lados.

Para evitar la zona de atrás del camping de los Batanes salimos a la carretera por la laguna de la Batana e hicimos unos kilómetros por la carretera antes de llegar al baño de las Mulas.

Aquí hicimos un descanso y estuvimos pensando si subíamos ya a la cruz o lo dejábamos para el final, como llevábamos unos 4 kilómetros seguidos cuesta arriba nos pidieron bajar o llanear un rato y pensamos en seguir hasta el Castillo de Rochafría, que es una fortaleza militar de siglo XIII utilizada en la reconquista.  He buscado en internet y me aparece otro castillo de otro sitio con el mismo nombre pero si aparece el Rochafrida como este, me imagino que en mis mapas está mal escrito el nombre. Antes de llegar al castillo en una bajada rápida y en medio de una curva de arena y con poca adherencia se cruzó un surco en el camino que iba hacía el borde del camino y tiró a mi padre a la cuneta al no hacerse con la bicicleta y ya fue todo el camino en el brazo y pierna arañados. Creo que los rastrales que llevan las personas mayores son mucho más peligrosos que las calas aunque no tenga que ver en esta caída pero si en otras.

Luego en el castillo David se esforzó en subir montado en la bicicleta hasta que una piedra le obligó a bajarse por delante del manillar, la voltereta que dio fue digna de circo circense, de salto sin red, aquí comentamos en lo necesario de una cámara de vídeo para grabar todas estas caídas.

Al salir del castillo nos encontramos con un grupo de Argamasilla y después de saludar les preguntamos por el camino para ir a la Cueva de Montesinos, pero como nos dijeron que era un camino con mucha pendiente "en el que se nos iba a quitar el frío", tanto mi padre como Alfonso nos dijeron que mejor subir por la carretera y aunque a este ritmo íbamos a hacer más asfalto que tierra subimos por lo fácil. Al llegar a la cueva necesitaban el descanso de la visita y tras la foto con otro Quijote y Sancho Panza bajamos hasta la zona del Maese Pedro.

Aquí volvimos a plantearnos subir a la cruz pero o dábamos una vuelta grande además de la subida final a la cruz y gastábamos más de una hora, o regresábamos bordeando la laguna de San Pedro por el lado norte hasta otra vez el Baño de Las Mulas, que es lo que al final tuvimos que hacer por aclamación popular.

El paisaje seguía siendo precioso y paramos para hacernos una foto, Alfonso apoyó la bici en un árbol y casi, falto menos de medio segundo, se le cae la bici a la laguna, estaba preparando la cámara cuando gritó David que se caía la bici, Alfonso que estaba cerca la agarró justo cuando empezaba a caer mientras yo disparaba la foto por si acaso había que mandarla a "vídeos de primera".

Después de todo esto salimos otra vez a la carretera para volver al coche, que todavía teníamos que llegar, lavar las bicis y tomar una caña antes de llegar a casa. Además aunque el plan era ir en el coche con las bicis atrás se me pasaron de rosca las tuerca y tornillos del soporte de la bola y tuvimos que ir con la furgoneta de David y tenía que ir a recoger el coche a su nave.

La excursión aunque corta y sencilla para nosotros nos sirvió para enseñar la zona a mi padre que no la conocía y recordársela a Alfonso que hacía años que no iba por allí y muchos más en bicicleta, ahora que se animen y queden alguna vez más para montar juntos por aquí o por Madrid o por donde quieran.

domingo, 9 de octubre de 2011

Paseo por las lagunas de Ruidera saliendo desde Alcázar.

El domingo pudimos hacer una ruta larga de la que teníamos muchas ganas, ir de Alcázar de San Juan a Ruidera pero en vez de volver a casa montando hacer luego por Ruidera unos kilómetros más y terminar en algún sitio allí para comer con las mujeres y niños y regresar finalmente con las bicis en los coches, un día completo de bici y familia.

Pensando en la cantidad de kilómetros, algún repecho que había que subir, las paradas para comer, beber y hacer fotos, y algún imprevisto quedamos pronto y a las 8:00h. estábamos listos para salir.

Habíamos quedado en que nos íbamos a poner los dos la misma chaqueta, la que nos dieron en la cicloturista de Villanueva de los Infantes que es la única que tenemos en común, y solo con esto ya parecíamos un equipo, pequeño, un equipo de solo dos, pero equipo.

Por la mañana hacía frío, y aunque el gran invento de los manguitos nos quitaba el frío de los brazos las piernas las teníamos heladas, yo había metido la botella de agua en el congelador y la mochila con los bloques de hielo y no pude beber agua hasta media mañana porque no terminaba de templarse y estaba helada. Está claro que ya hay que ir abrigado, no se puede salir con los pantaloncitos cortos, tendremos que perder el moreno de las piernas.

Al llegar a Peñarroya la temperatura ya era otra, tardamos algo más de dos horas pero por fin a las 10:20h. pudimos parar a descansar sin helarnos, comer algo y hacernos las primeras fotos, incluso dentro del castillo con las bicis, como esta en la que estoy intentando saltar desde lo alto de la fortaleza.

Después de aquí está el tramo de 20 kilómetros que falta hasta Ruidera que con varios ascensos y descensos siempre se me hacen largos. También iba notando que al contrario de lo que había pasado en las últimas salidas en las que David iba más fuerte que yo en esta se quedaba más atrás pero no era por más entrenamiento mío o menos de David era una avería en su bicicleta. En Ruidera por fin entramos en calor y nos pudimos quitar los manguitos.

Su bicicleta llevaba un ruido casi insoportable, pero probablemente sean varias cosas las que lleve mal, aunque sonaba por la rueda de atrás no era exactamente del freno ni de la cadena ni piñones, ya que lo hacía cuando iba subido en la bici pero también lo hacía más con el plato mediano y casi nada con el plato grande y piñón pequeño, la tendrá que llevar al taller.

Para evitar que el ruido desagradable produjera la rotura de algo más como la cadena iba con un desarrollo enorme. Llaneando íbamos casi igual pero en cualquier subida él se iba quedando atrás y en todas las cuestas le tenía que ir esperando. Estaba haciendo un esfuerzo enorme al subir con más desarrollo que yo las bajadas, pero de todas formas seguía sin quejarse, yo si tengo que ir con ese desarrollo tengo que subir todas las cuestas arriba empujando la bici, normal que fuera yo más fuerte y le tuviera que esperar.

Cuando llegamos a Ruidera en vez de hacer una ruta más dura por allí nos limitamos a rodear las lagunas que en el estado que llevaba su bicicleta ya era un gran esfuerzo, solo subimos a la cruz que hay en la ladera entre Las Mulas y el Maese Pedro para mirar el paisaje y llamar a las chicas que ya nos estaban esperando en un restaurante abajo, y poder saludarlas desde lejos mientras nos veían los niños, no tenían cobertura en el móvil y no pudimos hablar con ellas.

Al final del día nos salieron 97 km. de caminos, algunos más duros, algunos más divertidos, con paradas, con fotos chulas, con un vídeo gracioso, una buena ruta para un buen día.

viernes, 7 de octubre de 2011

Salidas nocturnas

Al igual que la semana pasada quería salir también esta por las tardes a montar una hora con las luces para no perder el ritmo de domingo a domingo, pero también como la semana pasada no he podido salir todos los días, y el lunes por una cosa y el martes por otra me he quedado sin montar, el miércoles y jueves tuve que aplazar cosas y el viernes que tenía pensada una ruta larga se tuvo que quedar en un paseo con los niños.

El miércoles fue una ruta dirección Herencia, no llegamos al pueblo por equivocarnos en un camino pero mi intención era incluso subir a un molino en Herencia para ir sumando metros. Hicimos la ruta rápida aunque me costó coger el ritmo, como el camino va cerca del río veíamos muchos conejos que se cruzaban a nuestro paso, algunos muy cerca de la rueda con el riesgo para ellos de ser aplastados y nuestro de caernos al suelo. Me dejé los manguitos en casa y ya tarde empezaba a hacer fresco.

El jueves fuimos dirección a Criptana, y después de dar una vuelta por allí subimos los molinos de Alcázar, hicimos toda la ruta a un ritmo para mi de sprint final, si no fuera por el tiempo que perdimos arriba haciendo unas fotos a los molinos iluminados por los fotos de las bicis, a la parada en el lavadero, y a la charleta final en la puerta de casa nos hubiéramos hecho los 20 kilómetros en tres cuartos de hora. Hacía mucho tiempo que no subía los molinos y no conocía unas farolas ni un trozo de camino arreglado  en donde los escenarios de verano. Y aunque tengo costumbre de no vestirme de ciclista entre semana por ser solo una hora y algo rápido me di cuenta en las fotos que parece que salgo a comprar el pan con la bici y no a hacer deporte, la semana que viene me prepararé algo más.

Y luego el viernes que estuve de comida con los compañeros de trabajo y se fastidió la ruta larga que tenía pensada, Villafranca, Camuñas, Puerto Lápice, Repetidor, y vuelta por Herencia a Alcázar, así que cuando llegué ya tarde a casa me fui con los niños para que hicieran deporte.

Lo primero que les dije para motivarles es que se pusieran la ropa mía de ciclista, cosa que ya les hizo ilusión, después me preparé agua para ellos, y una barrita de azucar para reponer fuerzas y nos fuimos diciendo que nos íbamos a subir los molinos.

Marcos íba todo el rato el primero y llamando a su hermana para que corriera más, Paula le decía a Marcos que como él ya estaba entrenado de otros días se hacía el chulito pero que cuando ella se entrenara conmigo iba a subir más rápido que él. El objetivo estaba conseguido ya tengo a otros dos picaos de la bici en casa.

Además para más motivación les dejé las luces. Cuando empezamos a subir estaba empezando a anochecer, a Paula la dejé una luz para el casco, a Marcos que tenía una roja trasera le dejé una de posición delantera y yo con el foco potente para iluminar a los dos.

Marcos se podía subir todo el tramo sin bajarse de la bici, y eso que su bici no tiene piñones, pero le obligué a parar y esperarnos a Paula y a mi que subíamos más despacio, Paula se quería bajar casi nada más empezar pero animándola y regulando los 5 piñones de su bici conseguí que subiera algo más de la mitad hasta que empieza una rampa más dura, creo que tiene un 13% de desnivel, y volvió a subir al final que vuelve a ser llano. Cuando llegamos arriba hicimos unas fotos y las últimas ya salen oscuras, se nos hizo de noche y había que bajar el puerto. Nos comimos una barrita entre los tres, un buen trago de agua y camino para casa. Se portaron como dos campeones bajando con mucha prudencia y cuidado pero ágiles al mismo tiempo. Antes de llegar a casa hicimos un último descanso para no agotar a Paula y que la experiencia la resultara lo más agradable posible para que otro día quiera repetir.

domingo, 2 de octubre de 2011

Fiesta de la Bicicleta en Madrid

El domingo participamos en la "Fiesta de la Bicicleta", un pequeño recorrido por el uso de la bicicleta en las ciudades. En realidad fue solo una escusa por que ya estábamos en Madrid, ya que ir para esto es ir "paná".

En un anuncio sobre el evento en un periódico nacional había escrito esto: "Los organizadores recomiendan a los participantes que a las 12.00 no hayan llegado al final que no intenten terminar el recorrido por el peligro que ello conlleva, dado que los coches comenzarán a circular, y que vuelvan a sus puntos de origen por el trayecto más corto.


La Policía Municipal pide a los automovilistas que, a pesar de las molestias por los cortes de tráfico, colaboren y hagan gala de su paciencia.

Solo leer esto ya dice mucho sobre el carácter de este tipo de quedadas, un lavado de conciencia por parte de los políticos y de gente que aprovecha el día festivo para desempolvar una bicicleta que quizá no vuelvan a utilizar hasta el año que viene en la misma "fiesta de la bicicleta".

Se quiere potenciar el uso de la bicicleta en las ciudades y sin embargo se recomienda que solo se haga cuando el tráfico está cortado, ya que se supone que o los ciclistas son un peligro o estorbo para los coches o que los coches se deben dedicar a atropellar a los ciclistas que se pongan en medio de su camino. Y la policía pidiendo paciencia a los conductores, algo así como "sabemos lo que joden estos imbéciles de los pedales pero para 3 horas que les damos al año no matéis a ninguno hoy", y el mensaje a los ciclistas "llegar a la salida en metro o como queráis pero sin molestar, hacéis rapidito el recorrido y desaparecer a la voz de ya que os soltamos a los perros y no nos hacemos responsables de lo que os hagan." Como mínimo me parece vergonzoso hacer públicas estas declaraciones, para eso mejor no gastar el dinero de todos en días absurdos en los que no cree nadie. En cualquier caso explicaré mi impresión de este día que tampoco es tan negativa como parece en la entrada.


Otro dato del negocio que supone esta quedada es que comercializan con nuestros datos, direcciones, mails, teléfonos y se genera un comercio paralelo en esta ocasión a favor de un banco, para inscribirse es obligatorio aceptar unas clausulas abusivas en las que tienes que asumir que el banco (Ibercaja) te envíe publicidad, información y todo lo que quiera y para más inri tienes que aceptar que ceda esa información a terceros, es decir yo cuando me apunto estoy obligado a dar mis datos y un banco que no conozco me envía publicidad y vende esos mismos datos lucrándose con mi información, esto para que luego hagan anuncios en la TV diciendo que cuidado con lo que se publica en facebook o otras redes sociales y que todos pueden ser conscientes de nuestras vidas por internet, por lo menos este blog lo escribo por que yo quiero no por que Ibercaja ni nadie me obligue, que importa si ya nos obligan por otros medios a hacer eso mismo queramos o no y generando mucho dinero con ello. Y todo para que hagan un sorteo de 4 o 5 bicicletas entre 200.000 participantes, que si me llega a tocar me cabreo ya que es más complicado a que sea un primitiva pero el premio es infinitamente menor. Todo esto me hace tener asco a este banco y por su puesto no solicitar información jamás de gente con tan poca vergüenza.

Salimos a las 8:00h. de casa pensando en que si la carrera comenzaba a las 9:00h. y era cierto el anuncio de que el año anterior participaron 200.000 personas en bicicleta íbamos a tener problemas incluso para llegar, en coche lo veía problemático por el aparcamiento, además que no era coherente revindicar la bicicleta en coche, en metro me pareció un jaleo estar escaleras abajo y arriba, y en bici montando un domingo a las 8:00h de la mañana lo vi lo más normal.

Salimos de Vallecas y al pasar por Dr. Esquerdo Belén pasó por el portal donde vivió muchos años. "El portal de Belén" donde la iba a recoger cada tarde. Llegamos y allí ya estaba mi padre con Marcos que ellos si habían ido en coche, estaba justificado por el niño, y unos minutos antes de comenzar llegó Álvaro con su bici de carretera que utiliza en sus Triatlones y aunque tuvo que comenzar desde más atrás pronto nos alcanzó para hacer el recorrido juntos.

Ellos estaban los primeros, cuando quitaran la valla de salida e hicieran la foto para los periódicos del día siguiente Marcos estaría en portada. La carrera fue puntual al máximo, al organizarlo la cadena musical Cadena 100 dieron la salida en directo contando los últimos 5 segundos para dar la señal horaria de las 9:00h. en punto. La espera de algo más de media hora se le hizo a Marcos pesada y tenia cara de sueño pero sobre todo lo que tenía era muchas ganas de empezar, la tarde anterior le había comprado unos acoples para el manillar y estaba deseando pillar cuestas arriba para agarrarse y apretar fuerte, me pidió también un culote y como siga montando y esforzándose como está haciendo tendré que equiparle para que coja afición.

La ruta fueron 21 kilómetros pero es que además el día anterior salió a montar con el abuelo por el Anillo Verde y se hizo otros 17 kilómetros, dentro de unos años se va a poder venir a hacer rutas conmigo por los caminos, al terminar ya me dijo que la próxima vez que viniera en bici a Madrid desde Alcázar se quería venir conmigo.

El día fue muy bueno por la temperatura y viento y nos lo pasamos muy bien, Marcos decía que estaba en una carrera por todo Madrid y preguntaba por el premio si llegaba el primero, yo le decía que entre tanta gente era imposible terminar el primero y al preguntarme por cuantas veces había ganado yo le recordé que en la última prueba había ganado a 14 corredores sin añadir que de 200 participantes.

Lo importante es que tiene afición a esto y al deporte en general, y que sea de una forma más competitiva o menos da igual. Tendremos que hacer algo para que su hermana también haga algún deporte ahora que la piscina de invierno en Alcázar todavía está cerrada por obras.

El recorrido está bien, se pasa por Plz. Castilla, y por la Puerta de Europa, toda la Castellana para abajo pasando por el estadio Bernabeu, girar en Colón hasta Princesa y subida por Gran Vía y posterior bajada hasta Cibeles, ida y venida a Atocha, museo del Prado, Puerta de Alcalá, Retiro, todo sitios conocidos y que normalmente están llenos de coches atascados libres para nosotros.

Hicimos una sola parada en la Plz. de Callao para beber agua y descansar 5 minutos pero al ver Marcos que nos estaban adelantando cientos o mejor dicho miles de ciclistas en cinco minutos seguimos para llegar dentro de los 10.000 primeros participantes.

Algunos peatones se enfadaban por no poder cruzar las calles pero es que si alguien intentaba cruzar la calle formaba un tapón y parada enorme de ciclistas, yo no creo que fuéramos los 200.000 participante que leí en un periódico del año anterior pero 20.000 si que éramos. Los menos iban disfrazados o con bicicletas raras, pero los había de piratas, picapiedras, con bicis de tres ruedas, tipo moto, plegables, con ruedas gigantes o pequeñas, y pensando en que sería un poco así le dije a Marcos que debíamos ir vestidos con la camiseta de España para que se nos viera mejor y la gente le confundiera con Casillas y yo con el número 8 como el título del blog.

Al llegar a la meta repartían unos riquísimos melocotones de calanda muy grandes, limpios, dulces, en unas bolsas individuales. Y cuando se fueron a casa Belén y yo nos dimos un último paseo por dentro del Retiro.

Durante la carrera había que tener mucho cuidado con los niños que se cruzaban poniendo en peligro su físico y el de los demás. Vimos 3 accidentes graves de gente tirada en la acera y atendidos por el Samur pero tampoco es normal bajar por la Gran Vía en un día de fiesta para niños y no en una carrera competitiva a 40 o 50 o 60 km/hora con el riesgo de partirte la cabeza con un bordillo como si fuera un accidente de motos en un gran premio.

Nosotros nos vimos implicados en un accidente por un ciclista que se le fue la bicicleta encima mía, si hubiera sido hace unos meses me hubiera tirado pero ahora desengancho los automáticos como si fuera con pedales normales y llegara al suelo con los pies, pero a Belén que iba paralelo a mi hablando conmigo se le enganchó el manillar al mío y perdió el equilibrio, fue una caída tonta que no llegó casi ni a parar, cayó al suelo se levantó y siguió pero ahora tiene un golpe en la rodilla y un moratón que después de batir su récord el día anterior con 100 km fastidia tener una caída tonta de estas que te cortan el rollo de la bicicleta.

En resumen fue un buen día de bicicleta, circulando por Madrid, primero con tráfico, luego el paseo y finalmente otra vez con tráfico, ideal para crear afición entre niños y personas no habituadas, importante para hacerse notar en una capital europea con poca cultura ciclista, una bonita experiencia para todos, una dura prueba para Marcos y algo que tenemos que repetir el año que viene con Paula quiera o no quiera.