jueves, 8 de diciembre de 2011

Ruta provincial 2 de 5. Alcázar de San Juan - Toledo

Siguiendo nuestro reto de unir Alcázar de San Juan con todas las capitales de provincia de Castilla la Mancha por caminos y con bicicleta quedamos en hacer la segunda ruta e ir a Toledo.

Llevábamos toda la semana con las nieblas a las que estamos acostumbrados en la zona y el día anterior nos planteamos posponer la ruta ya que en todo el día apenas habíamos visto el sol y por la noche la niebla era tan espesa que obliga a poner el limpia parabrisas del coche como si lloviera.

Para ver si nos quitábamos algo de frío en vez de quedar a las 8:00h., o las 9:00h. como máximo, como en otras ocasiones, decidimos quedar un poco después, 9:30h. por si empezaba a mejorar el día, y al final empezamos casi a las 10:00h. con las lueces de posición y con una niebla que no se veía nada.

Además de la aventura, reto, etc... otra de las características que tienen estas rutas es conocer y disfrutar de nuestra comunidad, y hoy no lo hemos conseguido por que la mitad de la ruta la hemos hecho sin ver más de 50 metros por delante nuestro.

Íbamos mojados, nosotros y las bicicletas, por culpa de la niebla, y menos mal que el suelo también lo estaba lo suficiente como para no levantar nada de arena o polvo, por que en otras ocasiones se mezcla la niebla y la arena y se forma un barrillo en la bicicleta que te da la sensación de empezar a embarrar o como mínimo de llevar la bicicleta y ropa asquerosa de barro.

Al cruzar la carretera de Andalucía a la altura de los molinos eólicos de Madridejos estábamos a menos de 100 metros de ellos y nos fuimos sin verlos, la niebla lo impidió.

Pero el reloj seguía avanzando y el día tenía el mismo aspecto, llegamos a pensar que no veriamos el sol en todo el día y que llegaríamos a Toledo también a oscuras.

A la altura de Turleque teníamos un frío de narices, yo tenía los pies helados, me voy a plantear pillarme unos cubre botas pensando en que me estoy ahorrando dinero en calzado de invierno y puedo seguir con las mismas zapatillas de verano

Pasamos a una cafetería y allí nos tomamos un café. Cuando salimos del bar ya no había niebla, en la media hora que paramos para el café salió en Sol, si lo sabemos hubiéramos pasado antes a la cafetería.

Cuando salimos nos preparamos y después de hacerme la foto con ese puro que me encontré en la puerta continuamos el camino dirección al embalse de Finisterre.

En el embalse de Finisterre había gente pescando pero no pudimos hacer una buena foto por culpa que nos daba el sol de frente y no teníamos una buena posición, seguimos hasta Mora.

En esta zona del embalse de Finisterre nos acordamos del final de la cicloturista de Tembleque, la primera que terminé, y pasamos por algunos de los mismos caminos. Nos gustó repetir caminos lejanos y recordar la anterior vez que habíamos pasado por allí.

Llegando a Mora había pasado ya por tres paradas urgentes con calambres en las piernas, primero en el gemelo derecho, luego en el muslo izquierdo y otra vez en el gemelo pero izquierdo, me tengo que bajar deprisa de la bici con urgencia para no caerme y hacer algo de estiramiento durante unos minutos antes de poder continuar.

Pasamos a unos metros de las ruinas del Castillo de Peñas Negras del término de Mora y no pudimos parar por no subir los últimos metros y no perder tiempo aquí, pensamos mejor en continuar para parar a comer en el siguiente pueblo, Mora, y allí ya descansar más y mejor.

Nuestro menú no es que sea malo, es que no es esquisito. Pero ahora ya hemos añadido salado al grupo de comidas azucaradas, como almendras, avellanas, pipas, todo un lujo después de tanto zumo, chocolate, papillas, frutas y cosas parecidas.

Paramos en la plaza de Mora y nos dimos un festín de nuestras cosas y me volví a dopar echando unos polvos en el bidón de reducción del acido láctico en los músculos por si evitaba los pinchazos además de una gel que me había tomado poco antes de llegar a Turleque.

Cruzamos Villamina aunque entonces no sabíamos en donde estábamos y en el siguiente Chueca hicimos otro breve descanso de dos o tres minutos para estirar. Esta vez las "drogas" no estaban funcionando igual de bien que en Guadarrama. 

En unos 5 kilómetros llegamos a la N-401 quedando Nambroca y Burguillos a un lado y vimos un cartel de 16 kilómetros para Toledo, menos mal. Es una ruta larga y no iba cómodo en la bici este día.

Al cruzar Cobisa nos encontramos con otro Don Quijote y quise frenar para hacernos unas fotos, creo que voy a hacer una colección de Don Quijotes, en esta tierra hay cientos pero casi a cualquier sitio que vayas es fácil fotografiarse si prestas un poco de atención al detalle.

Desde aquí era prácticamente todo cuesta abajo. La ruta es de 110 kilómetros, los 90 primeros van picando para arriba y en los 20 últimos y más en los 10 últimos bajas todo lo que has subido

Cuando faltaban cuatro o cinco kilómetros para llegar vimos Toledo al fondo, el casco antiguo rodeado por el Tajo y eso te motiva, parece que desaparece el cansancio, ver el destino y final de ruta parece que motiva especialmente.

Quisimos buscar un final exacto a la ruta y como David dijo partiendo de Alcázar de San Juan el final debía de ser en el Alcázar de Toledo, uno de los edificios más significativos de la ciudad por su historia.

Toledo tiene además el casco antiguo más grande de Europa, y la catedral más bonita de las pocas que conozco. Es una ciudad que siempre está llena de turistas pero es que además este día, 8 de diciembre, es el día de la Inmacula Concepción, día festivo en España por ser su patrona, las calles estaban especialmente llenas de turistas, iluminadas y decoradas.

La fotografía inicial de ruta no la hicimos hasta llegar al río Cigüela entre Villafranca y Alcázar por la niebla, pero la foto final en el Alcázar de Toledo casi que nos costó más por la de gente que había y la dificultad de querer sacar todo el edificio con la cámara.

Tuvimos que colocar el trípode metido en una calle perpendicular dar al temporizador y pedir a la gente que paseaba que no se cruzara, después de más de 8 intentos aceptamos una foto como buena y llamamos para quedar con las chicas para cambiarnos, dejar las bicis y comentar lo conseguido con ellas que habían pasado el día en Toledo con los niños.

Al irnos pasamos por el monumento al asedio del Alcázar y nos hicimos otra foto frente al ángel del Alcázar que nos pareció que se veía mejor el edificio aunque las mejores fotos fueron luego por la noche desde el parador nacional.

El Alcázar de Toledo alberga ahora a el museo del ejercito, antes estaba en Madrid y yo lo recuerdo siempre allí, cerca del museo del Prado y del Retiro, ahora desde que ha sido trasladado aquí ha sido suprimida gran parte de su colección al mismo tiempo que se ha aprovechado para eliminar parte de la historia de este edificio.

Si Toledo es reconocida por albergar a tres culturas en su ciudad al mismo tiempo, cristiana, musulmana y judia (esto también puede ser más una leyenda que una realidad dependiendo de a que historiador se lea), ahora muchos siglos después no somos capaces de juntar en un mismo museo a los personajes que intervinieron en el bando republicado y nacional en la guerra civil española, dentro de poco el Gral Moscardó desaparecerá de la historia del Alcázar. Gracias a la memoria histórica empezamos a olvidar cosas.

Para no hacer llegar a las chicas con los niños hasta el centro de Toledo paramos de grabar el track de la ruta aquí y bajamos a la estación de tren donde nos esperaban ellas para guardar las bicis, nos pusimos ropa limpia y seca, ya que estábamos empapados y nos fuimos a tomar un café caliente.

David tenía hambre, se comió todos los bocadillos que dejaron los niños y yo estaba helado. Justo al contrario de lo que pensamos que sería normal, yo hambriento y el con frío.

La próxima ruta provincial será la de Alcázar de San Juan - Albacete. Es algo más larga en kilómetros pero más llana, menos metros ascendidos. Como calculo que tardaremos unas 9 horas en terminarla, paradas incluídas, y teniendo en cuenta las horas de sol y los horarios de los trenes para volver a casa tendremos que esperar a que los días sean un poco más largos, pero para febrero, aunque sea a finales tendremos que lanzarnos para no retrasar las otras dos más duras, Cuenca y sobre todo Guadalajara.

Para terminar una de las mejores fotos de la ruta. Toledo de noche desde el parador.

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