viernes, 21 de octubre de 2011

De pinchazo a pinchazo

Después de toda una semana sin montar el viernes por la tarde quería volver al repetidor de Herencia para ver si bajada de 3 horas el ir, subr y volver, pero me entretuve en casa haciendo cosas y al final cuando quise salir eran casi las 17:00h. y se me iba a hacer de noche.

Al coger la bicicleta veo que tiene la rueda trasera casi aplastada, pero la dejé bien en martes. El domingo al regreso de Ciudad Real estaba bien, luego estuvo un día, el lunes, en casa y otro, el martes, en la tienda Repabike cambiando la cadena después de 3.000 km dejando el casete un poco tocado, así que no sabía cuando había pinchado, además tanta banda de Kevlar que llevo más cámara con líquido autosellante y no ha funcionado.

Se supone que si me funciona la cámara como la otra vez al inflarla se debe sellar con el líquido que lleva dentro y dejar de perder, por lo que pongo el compresor la hincho y salgo a la calle, en 1 minuto la rueda vuelve a estar floja.

Entonces pienso que lo mismo al desmontar la rueda para arreglarla se ha podido salir el líquido por un pinchazo grande tipo raja y por eso no sellar y me voy a encontrar todo mojado y sin reparación por no poder poner un parche, y si la arreglo en casa con una cámara normal y luego quiero poner otra autosellante me va a costar un trabajo doble, por lo que decido ir directamente a la tienda a comprar una cámara Slime y luego hacer una ruta más corta, quizá Criptana, molinos, cerro.... Subí a la tienda casi todo el rato de pié echando el peso en la rueda delantera.

Resulta que no le quedan cámaras Slime y me pone una clónica, y me voy a los molinos de Alcázar, los subo una vez, luego el cerro, voy a por la segunda, la primera vez que voy a subirlos dos veces seguidas, y justo cuando estoy coronando veo que la rueda delantera se viene abajo.

Arriba me ofrecen ayuda otros dos ciclistas y les digo que tengo cámara, parches y bomba, así que solo necesito tiempo y se van para abajo, empiezo a desmontar, quitar la cubierta, quito un par de abrojos, pongo la de repuesto y la bomba que llevo no es capaz de inflar la cámara. Primero la cámara es presta (válvula fina) y la bomba es schrader (gorda) pero llevo un adaptador que por un euro es lo mejor del mundo para las gasolineras o un compresor pero para mi bomba es una patata. Ni con el adaptador ni dando vueltas a la bomba consigo que alcance más de la mitad del aire, máximo 1 kilo y da la llanta en el suelo.

Me toca llamar a Belén para que suba con el coche y el pequeño compresor de enchufar al mechero para dar aire, menos mal que estoy en Alcázar y no a 60 kilómetros en medio de un camino de una viña de cualquier pueblo. Nada más arreglar la rueda arriba lo primero que hago antes de ir a casa es volver a la tienda y comprar una bomba en condiciones, por lo menos llevar una bomba para dar aire que si no tampoco sirve de nada llevar cámara, parches, desmontables ni más cacharros, sin la bomba no llevo nada.

Durante la hora que estoy esperando en los molinos aprovecho para jugar con la cámara de fotos, hacer unas panorámicas, unas en blanco y negro, unas en movimientos, en parado, jugando con el movimiento de la rueda incluso llego a quitar la pegatina de la horquilla Reba para que no se vea y hacer la foto del disco de freno simulando ser las aspas del molino y la horquilla el palo que movía el molino para orientarlo a la dirección del viento.

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