viernes, 2 de septiembre de 2011

Salir sin track en el GPS

Aprovechando e intentando agotar las últimas posibilidades que me quedan de salir por las tardes y con luz natural pensé en que tenía que hacer hoy una ruta un poco más dura y que además me sirviera de entrenamiento para el fin de semana que viene. Pero empecé mal.

El GPS lo actualicé hacía unos días sin seguir las instrucciones y no me enseñaba los mapas, eso me supuso estar liado con el ordenador y salir una hora más tarde de lo que tenía pensado y además sin ruta fijada, cosa que no me importó al principio pero luego se volvió en mi contra.

Salí con ganas de llegar hasta el segundo repetidor de la Sierra de Herencia y repetir una ruta que ya había hecho hacía un año, sin GPS y con la CUBE y volver a valorar las diferencias de un año después, pero al llegar a las Tablillas del río Záncara no vi ningún camino que fuera recto hasta el repetidor y me encontraba más cansado de lo normal, llevaba 20 km pero no quería seguir, y según el GPS para llegar al repetidor no podía ir recto, tenía que seguir avanzando mucho más, y unos 10 kilómetros después girar hacía el Oeste. Cuando vi que no iba a poder hacer una buena ruta cambié de planes y fui dirección a Alameda de Cervera para dejarla más suave, y cuando volví a pensar que seguía cansado volví a girar pero esta vez dirección a casa para dejar la bici, hacer un par de paradas más y comerme un racimo de uvas, que es precisamente lo mejor de montar en bici en esta época y por estos caminos manchego, y tentado de comerme un melón pero no recordé que llevaba una navajilla con las herramientas, si lo llego a pensar en ese momento creo que me hago una merendola solo en mitad del campo.


Al final una ruta de unos irrisorios 43 km llaneando y sin aire en contra, barro o alguna escusa que justificara mi regreso, pero luego en casa me di cuenta que el problema no había sido físico, era psíquico, simplemente no me apetecía y no me esforcé suficiente mentalmente para seguir y hacer lo pensado en un principio. Por eso es tan complicado salir solo y terminar haciendo lo que se tenía pensado y sin picarte con nadie, solo contigo mismo.

1 comentario:

Mondoshawan dijo...

Ya subiremos a ese repetidor. Es cierto que con gente, se sufre menos en la bici, y se llevan mejor las penas. Quizá sea por el subidón de adrenalina en sangre que generan el sano pique por quedar bien; el caso es que se nota la compañía.

Pero ese plus de castigo que te dan las rutas en soledad, se vuelve un plus de energía psíquica en el gran reto, el soplao, tanto sufrimiento en los entrenos en solitario, hace tener la cabeza especialmente preparada la madre de todos los días, y que no se venga abajo, por mucho que el cuerpo pida clemencia.