martes, 6 de septiembre de 2011

Repetidor de Herencia

Con el objetivo de ganar un poco o al menos no perder el ritmo cogido en agosto salí yo solo dirección al repetidor de Herencia haciendo una ruta de unos 60 km.

Llevaba una semana desmotivado con la bici, con pocas ganas de cogerla y cuando lo hacía muy cansado y así es más difícil pero por como la fecha del viaje a Madrid ya está muy próximo tenía que salir aunque no me apeteciera mucho.

Llegué a casa ya cerca de las 16:00h. y a las 16:30 estaba montando después de comer lo que sería una comida normal pero no para después meterse este recorrido intentar ir rápido y con el calor que hacía, tenía verdura y carne, nada de los hidratos necesarios para aportar energía.

La llegada al repetidor fue bastante más rápida de lo que estoy acostumbrado, incluso empezando con el viento en contra llegué muy bien al inicio del repetidor, y sin parar a reponer fuerzas como iba pensando empecé el ascenso, me encontraba bien y así recuperaba más tiempo del que equivocadamente pensaba que había perdido.

La subida yo la veo como 6 rampas para subir 230 metros de altitud en algo menos de 4 kilómetros de distancia, con unas pendientes de hasta el 12% que no son las más empinadas que he subido pero ya están bien, la ruta completa tenía un desnivel de 270 metros y 230 estaban concentrados en esta subida, la tercera rampa es una recta algo más larga y ya iba cansado pero seguía en el plano mediano y todavía me quedaban 3 piñones por subir por lo que llevaba un desarrollo aceptable para mi, pero al empezar el cuarto tramo noté que perdí mucha fuerza, tenía mucho calor y antes de marearme paré, me tomé una papilla de plátano y descansé por lo menos 10 minutos sentado en el camino. Al levantarme me encontraba muchísimo mejor y aunque desanimado por la parada pensé en terminar y llegar arriba, pero todo fue un espejismo por que antes de terminar la quinta rampa me alegró que me sonara el teléfono y tener que atender una llamada de trabajo lo que me suponía otro descanso, descanso más llamada que supuso otro cuarto de hora parado y descansando, ya desmoralizado por tener que descansar dos veces estuve tentado de bajarme y volver a casa pero la papilla había empezado a hacer efecto y con más energía llegué arriba.

Aquí perdí otro buen rato, haciendo la foto, colocando el trípode, comiendo un poco más de azúcar y bebiendo agua y después de otros 10 minutos mínimo empecé el regreso a casa, volvía confirmando que estaba bajo de forma, miré el reloj y me pareció ver que llevaba más de 3 horas y llevaba media ruta.

Cuando regresaba por la Cañada Real Galiana paré para hacer unas fotos al poste que informa que es uno de los Caminos del Quijote y en la señal hay una marca de sillas de ruedas, se supone que es un camino o paseo por el que puede pasear una persona en silla de ruedas, más que comentar a donde y en que condiciones habría que mandar al que pone ese cartel simplemente observar las fotos, con la bicicleta ya era complicado y con miedo a pinchar.

Luego me encontré a un grupo de 4 ciclistas cruzando el río Ciguela y pensé que me iba a adelantar pronto pero como me fui por un camino paralelo al principal haciendo casi un kilómetro más, al llegar al cruce con la autovía y no verlos pensé que me habían adelantado hacía un rato, aquí me volvieron a llamar por teléfono y viendo el desastroso día aproveché incluso para subir una foto a facebook  comentando lo cansado que iba a estar el sábado durante el viaje a Madrid, después de esto vi que me adelantaban los cuatro ciclistas anteriores, guardé el teléfono y antes de hacer 1 kilómetro ya les había adelantado y sacado otros 300 metros justo para llegar a Alcázar y luego a casa en tres horas y media.

Aquí me di cuenta de que iba mirando mal el reloj, en realidad lo que pasó es que iba mucho más rápido de lo normal, y que no había comido correctamente, me desgasté pronto pero aun eso hice lo que para mi fue una magnifica ruta, los 60 kilómetros en tres horas y media, pero subiendo el repetidor yo solo, sin la música que me anima y haciendo más de tres cuartos de hora en cuatro largas paradas.

Al final fueron exactamente 3 horas 43 minutos de ruta pero 48 minutos fueron paradas, por lo que la ruta se quedó en menos de 3 horas, exactamente 2 horas y 55 minutos.

Utilicé por primera vez el pulsómetro y todavía no entiendo mucho pero me dio una frecuencia cardiaca máxima de 188 pulsaciones por minuto y una media de 152 pulsaciones por minuto, si es como tengo entendido que de 220 ppm hay que restar tu edad significa que llegué a mi máximo teórico, lo que creo también es que la media es un poco alta, no tenía sensación de ir tan sofocado, quizá fue el tramo de la subida lo que disparó la media, y también puede ser que he leído que el pulsómetro que utilizo da muchos fallos, quizá empiece a utilizarlo regularmente y junto a la cadencia de pedaleo que no activé controle mejor el esfuerzo que hago en cada ruta.

Me acordé de que la última vez que había hecho una ruta similar subiendo el repetidor fue el invierno pasado cuando empezamos a montar, salimos por la mañana temprano un domingo y casi no llegamos a comer, además de destrozados como si viniéramos de la guerra, había algo de barro y tuvimos que parar en el lavadero del Carrefour para lavar las bicis, tuve que lavar yo las dos por que David no tenía fuerzas ni para sujetar la manguera del agua, hoy ha sido una simple ruta entretenida, parte de un entrenamiento para otra más compleja y cualquiera de los dos nos la podemos terminar en 3 horas o menos si nos lo proponemos.

Vuelvo a coger ánimos y fuerzas para el viaje a Madrid del sábado que viene. Nos separan 155 kilómetros y casi 1.000 metros subiendo.

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