domingo, 25 de septiembre de 2011

Ruta MTB a Mota del Cuervo

En Marzo estuve en Mota del Cuervo por motivos de trabajo y estando allí salió la conversación del deporte y yo hablé de la bicicleta, hacía solo unas semanas había hecho la ruta a Pedro Muñoz, 65 km que me dejaron la rodilla destrozada durante una semana. Pero después de pasar de rutas de unos 40 kilómetros a hacerlas de 65 o 70 km y además yo solo pues pensaba que no había límite con la bicicleta. Entonces dije: "yo vengo de Alcázar a Mota del Cuervo en bicicleta y luego me vuelvo tranquilamente", sonó a algo bestial. Yo sabía que todavía no lo había hecho esa ruta pero lo veía como una exageración temporal, es decir, entonces no era cierto que lo había hecho pero sabía que no era algo tan lejano y que cualquier día lo podría hacer. Efectivamente en poco tiempo llegué a hacer rutas de más kilómetros que esos aunque tenía en la memoria que había dicho que había llegado a Mota del Cuervo cuando en realidad no lo había hecho.

Aunque las mentiras no me gustan nada esto no era exactamente mentira, ya que esa distancia si la había recorrido pero en otras direcciones, así que hoy que no podía hacer una de las rutas interesantes que tengo en mente por estar solo y querer hacerlas acompañado me decidí a hacer este reto personal. Como quería llegar pronto a casa en vez de diseñarme yo la ruta como suelo hacer me bajé una de wikiloc, había varias pasando por El Toboso o por Pedro Muñoz pero quería hacer una que aunque fuera más fea cumpliera con el objetivo de llegar a Mota del Cuervo de la forma más rápida posible, una ruta muy optimizada en kilómetros para llegar a Mota y volver. Me bajé la típica ruta fea que va por el mismo sitio que vuelve y me lancé a hacerla.

Arranqué a las 8:00h. que todavía no estaba el sol, hacía un frío importante, una niebla que no dejaba ver más de 300 metros, un aire en contra que no me dejaba pasar de 15km/hora y eso que cuando empiezo es cuando a más velocidad media voy, un desastre, antes de llegar a Criptana tenía la punta de las zapatillas mojadas y era del rocío de la mañana, en la bicicleta se mezclaba el polvo del camino con el rocío y parecía que iba por un barrizal, llegar a los molinos me costó más de 1/2 hora, un desastre y encima muerto de frío, el rocío se me pegaba en los brazos y con el aire se me ponía la carne gallina, paré en los molinos de Criptana que apenas se veían con la niebla a ponerme los manguitos de la mochila y me acordé que los había sacado y los tenía en casa.... que ganas de darme la vuelta y regresar y acostarme otra vez.

Pero al final tengo más fuerza de voluntad que fuerza en las piernas y aunque despacio seguí dirección a Mota, tenía que llegar y cumplir mi autopromesa.

Después de mucho sufrimiento con el aire, y una parada corta para comerme una barrita y que descansara la rodilla derecha que me dolía seguí hasta Mota, había pensado en que si no tenía fuerzas llamaba por teléfono y que me fueran a recoger pero a Mota llegaba si o si.

Aunque a Mota he ido muchas veces nunca había subido a los molinos, hay 7 restaurados en muy bien estado, uno visitable. Al llegar miré los datos y... 37 km y dos horas de tiempo, fenomenal, había luchado contra el viento y el frío y casi que había cumplido con el mínimo de 20km/h. después de 10 minutos haciendo 4 fotos y mirando el paisaje me dirigí otra vez a casa. En las fotos sale un Don Quijote y Sancho Panza hechos con vertederas de hierro de los araos del campo, y me acordé de que vi este verano en Benidorm otro hecho con latas y tuercas gigantes, y pensé en la de Don Quijotes distintos que tiene que haber por toda la geografía española e incluso por todo el mundo, sería una colección divertida la de coleccionar fotos de distintos Quijotes. Al mirar al horizonte vi que quedaba a mi derecha El Toboso, sobre El Toboso estaba el sol, parecía que hacía un buen día, pero a la izquierda no se veía ni Pedro Muñoz ni nada, era todo una capa de niebla espesa que no dejaba ver el horizonte.

Al cruzar Mota di un frenazo de 2 euros de ruedas al pasar por la puerta de una bollería, quería un poco de energía inmediata, un bollo de chocolate, me quedaba un paquete de "puré de plátano" y no lo quería gastar por si me veía mal, que todavía me quedaban casi 40 km y no sabía si iba a cambiar el aire o como iba a responder la rodilla.

El camino de regreso fue muy bien, el aire a favor yo no lo noto, yo creo que voy igual pero el cuenta kilómetros si lo debía notar por que iba todo el rato rozando los 30 km/hora. Al final salió un buen promedio de tres horas y media para los 75 km y media de paradas, en casa a las 12:15 con la bici lavada y engrasada, medía de 22 km/hora, y unos aceptables 430 metros subiendo.

Otro objetivo conseguido. La semana que viene paseo en Madrid, y después empezaremos con las rutas planificadas que tenemos, todo por llegar al 19 de mayo con capacidad de recorrer 165 km en "solo" 16 horas.

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