domingo, 5 de junio de 2011

Paseo por Ruidera con los niños.

El domingo tuvimos un día muy intenso con la naturaleza en mi sitio preferido para montar en bici. Pasamos un día completo en Ruidera combinando ciclismo, con otros "deportes de aventura y riesgo" como el alpinismo, y todo ello con la familia y amigos.

Salimos pronto de Alcázar para aprovechar bien el día, tenía diseñada una ruta en bici de "solo" 22 km para los niños, pero al tener 4 horas para recorrerlos hasta la hora de la comida pensé que nos iba a sobrar muchísimo tiempo. Incluso que antes de comer podríamos hacer o visitar más cosas aunque ya fuera sin las bicicletas.

Llegamos justo al punto donde íbamos a comer, que era el comienzo de la ruta y reservamos mesa para las 14:00h. para los 8 que éramos y volví a pensar que si nos sobraba tiempo o dábamos más vueltas o parábamos o descansaríamos algo más.

Desde allí hicimos un par de kilómetros por la carretera hasta entrar en el sendero que iba a rodear la laguna Tinajas hasta el baño de las Mulas, aquí la idea era no cruzarse y continuar por el marguen izquierdo hasta el final o primera laguna y llegar a la laguna Concejo, cruzar lo que ya es solo un arroyo por un puente hecho con un palé de madera y volver al baño de las Mulas ya por el marguen derecho de la laguna Tinajas, desde aquí ir por el otro lado de la montaña a la laguna paralela que se llama laguna de San Pedro y volver a cruzar por otro puente hasta la carretera de La Ossa para en otros dos kilómetros de carretera regresar al restaurante a comer, un total de 22 km. según el diseño en wikiloc que al final se quedaron en 18 y no fueron pocos.

Creo que los que peor lo pasaban eran Paula y Marcos, ella por que no está acostumbrada a hacer deporte y no la gusta nada, me decía que prefería ir por la carretera por que los caminos estaban llenos de piedras y se la notaba que iba cansada, la bici de Marcos está al límite de su tamaño, llega al suelo justo de puntillas pero en un terreno llano, estoy pensando que para él ir tan justo es como cuando aprendí a llevar los pedales automáticos, que siempre se paraba encima de un desnivel y se bajaba por el lado que no hacía pie, además las manetas de los frenos le pillan alejadas y duras para él, cada vez que pillaba un bache votaba y quitaba los pies de los pedales además de dar volantazos en dirección a la cuneta. En una de estas se cayó al suelo, sin consecuencias para él, le enderecé el manillar y tras convencerle de que era un entrenamiento para convertirse en Super Guerrero del Espacio como Goku en Bola del Dragón se armó de valor para subir de nuevo a la bici, aquí temí que no volviera a montar y que nos tocara cargar con él y la bici.

Rodrigo sentado en la silla de atrás iba super bien, y Álvaro al ser más mayor también lo aguantó mejor, tuvo unos problemillas con el miedo que le daban los insectos pero en el campo es lo que sucede que hay mariposas, hormigas, moscas, o los insectos que sean y no vale quejarse, es así. Creo que con la edad de Álvaro ya se puede uno plantear hacer una cicloturista por etapas con los hijos, haciendo etapas cortas, sin peligro, etc... puede ser algo muy enriquecedor para padres e hijos por el mucho tiempo que se está en contacto fuera la rutina diaria de estudios/trabajos, familia/amigos, etc...

Para mi esta zona de Ruidera tiene la combinación perfecta entre paisajes bonitos, subidas que puedes hacer más o menos duras según por donde vayas, se puede llanear, se puede ir rápido, se pueden hacer bajadas técnicas entre piedras, buscar senderos más o menos divertidos y rápidos, se puede sufrir de calor y dureza incluso en invierno. Para mi es el mejor sitio de la zona para montar en bicicleta, y mucho más divertido que la sierra de Puerto Lápice, que está más cerca de Alcázar y haces subidas más duras pero es complicado llanear, le falta el agua, los senderos, etc... o por lo menos de lo que yo conozco de la zona que ya voy conociendo sitios en este casi año que llevo por los caminos en la bici. Cuando empiece con el entrenamiento para el Soplao imagino que terminaré conociendo muy bien Puerto Lápice.

Uno de los problemas para Marcos era cuando tenía que pasar por algún camino estrecho, ya que veía todos los cardos, y pinchos del camino a la altura de su cara y con la poca seguridad que llevaba sabía que al menor descuido se iba a hacer su primer afeitado con solo 6 años recién cumplidos. Si se le pudiera bajar el sillín dos o tres centímetros sería suficiente para que hubiera ido con más confianza y seguridad. Además de por descontado el tema de los frenos que no eran ni v-brake eran esos de alambres que no recuerdo el nombre, no llegaba bien a las manetas y además estaban algo duras para él.

Luego lo curioso de los niños es que por muy cansados que estén a la hora de parar se pueden poner a jugar o correr entre ellos, pero para la bici están cansados, la bici al ser algo obligado se convierte como un trabajo y correr entre ellos en un juego que no tiene que terminar nunca. Esto es lo que deberían ver en la bicicleta un juego divertido para que quieran ir a más y no cogerla el odio que debió de coger Paula a la bicicleta cuando terminamos. La próxima vez que la hable de bici seguro que me dice que prefiere tomarse el jarabe para la tos más malo de todos los que se haya tomado.

En un momento dado nos quedamos descolgados Marcos y yo, íbamos por una zona con muchas piedras y estuvimos un rato empujando la bici por miedo a otra caída, y cuando fuimos a retomar las pedaladas para alcanzar a los escapados su bici hacía un ruido raro, él decía que era una moto, y algo así sonaba, resulta que paramos y la rueda rozaba en uno de los tirantes y pensé que quizá se hubiera aflojado la tuerca del eje pero estaba muy apretada, como llevaba una pequeña llave inglesa intenté aflojarlo, colocarlo y volver a apretar pero el ruido seguía en la rueda, a todo esto vino David preocupado por el retraso nuestro y pensamos que el problema era más grave de lo que parecía, creemos que se dobló el eje de la rueda, casi seguro que en la caída anterior pero no lo habíamos notado aún por que fuimos después de eso un trozo andando, parada para cruzar un río, etc... pero a la hora de montar más seguido escuchamos el ruido y que la rueda iba frenada con el roce.

Se nos ocurrió que como no lo podíamos arreglar en el momento utilizar los transportines que habíamos colocado en un principio sin ser muy necesarios, ya que aunque la idea original era comer en el campo al cambiar por la comida en el restaurante nos sobraban las alforjas, y casi todo lo que llevábamos, aunque la verdad es que con estas pintas nos metíamos más en la mentalidad del cicloturista de alforjas, de viajes de varios días, con aventuras, etc, que tanto me gustan.

La bicicleta de Marcos la echamos encima del transportín de la bici de Carolina, el peso no era mucho, quizá algo más incómoda de conducir, pero no por el peso. David tenía su transportín ocupado con la silla de Rodrigo y esto era imprescindible, así que a Marcos le tocó ir encima de la mía con las alfojas de asiento. Aquí si que pensé que íbamos a adelantar, y si la mañana se nos estaba torciendo con tanta parada y tanto cansancio de los niños a partir de aquí íbamos a ir como el rayo para llegar justo a las 14:00h a la comida.

Pero no fue así, la noche anterior estuve casi dos horas para colocar por primera vez el transportín en esta bici y entre que no encontraba unas gomas de protección, que estaba viendo al mismo tiempo una película en la TV, que por no desaflojar unos tornillos intenté poner todo el conjunto de una, eje, rueda, cadena, cambio y transportín como un bloque, al final ni apreté ni sujeté correctamente, a los 3 minutos de subir Marcos el transportín cayó sobre la rueda y empezó a hacer la moto igual que su bici.

Entonces David con su paciencia desmontó mi chapuza y puso el transportín fuerte y bien colocado, y así aguantó perfectamente el peso de las alforjas que estaban medio vacías y el peso de Marcos que creo que le ronda los 34 kilos.

Ya solo quedaba correr para llegar al restaurante. Sin querer hicimos un equipo de más fuertes con Álvaro, Belén y David que llevaba a Rodrigo y uno de más flojos con Paula más Carolina y yo acompañándola. Paula lo pasó realmente mal, llegó un momento en el que no tenía fuerzas ni para hablar, ni para enfadarse, ni para mirarme, ni para nada, solo daba pedales, llegó al coche se bajó de la bicicleta y sin decir nada se puso a llorar del esfuerzo, esto me pareció super importante, que con 8 años se portara como un adulto y supiera que no valía de nada ponerse a llorar medía hora antes de la meta y a falta de 5 kilómetros, solo serviría para enfadarnos todos o discutir, pero una vez terminada la aventura volvió a ser la niña que es y llorar y quejarse del "trato recibido". Lo que si deseo es que esto no sirva para que le cogiera asco a la bici o al deporte en general y que otro día podamos seguir saliendo a hacer ejercicio.

Para terminar la mañana y aunque llegamos algo tarde nos comimos una buena comida sentados a la orilla de una laguna, sobre un césped, fresquitos y tranquilos con las bicicletas guardadas.

La jornada continuó con la visita a las cuevas de Montesinos, castillo de Rochafría, y un pozo que no sabemos muy bien la utilidad y el motivo por el que está encima de una montaña para llegar hasta la base, pero estas otras tres aventuras sin bicicletas de por medio son motivo en otro blog.

La ruta ciclista está en wikiloc aquí.

3 comentarios:

César dijo...

Que envidia la verdad, cuanto echo de menos el poder salir a hacer algo de deporte, quedar con compañeros, hacer algo entretenido............ pero que no hay manera!!!!
Espero no volverme loco y mientras tanto, me recreare con los paseos y las aventuras de los demas!!!!

Un saludo familia!!!

César.

Unknown dijo...

Pues si, de no hacer jamás nada de deporte a llevar ahora casi un año muy enganchado con este.
Me quiero preparar para el año que viene hacer la prueba reina de este deporte en Cantabria 165km con 5000 positivos. Y eso que las subidas se me dan mal.
Pero antes de esto tengo pensadas otras varias hazañas que ya verás por esta otra ventana mientras semiabandonado la otra.
eh!!! apuntate, entrenamos por separado pero nos vemos en El Soplao el año que viene y hacemos la ruta juntos.... si no me das mucha caña podemos hasta terminar, según he leído es la caña de España de la MTB, a nivel aficionado comparable con el Tour, la Titan Desert, organización, participación, etc... como te gusta la bici pues allí nos vemos.

César dijo...

Ya, la verdad es que tengo el deporte mas que dejado de lado, pero no por que quiera, sino por que he dejado de ser persoba :P, ya que ahora si que puedo decir que trabajo de sol a sol e incluso cuando ya no queda sol.
Ahora solo me queda el domingo libre y lo aprovecho para los temas de la casa y para recuperar enegias.

Me alegro de que lo cojieses con ansias, por que despues de gastarte una fortuna en todo el material, como para que no te dediques al tema en serio.

Asi que mucho animo para es nueva meta que tienes en vista!!

Un saludete!!!