El viernes por la tarde/noche llegaron mis padres para quedarse con los niños y el sábado por la mañana después de nosotros salieron ellos para ir a Torrevieja con Paula y Marcos así que también se lo iban a pasar bien, muy bien.
El viaje fue bastante largo, unos 800 kilómetros que nos hicimos con una sola parada en Astorga para comer, en un restaurante que no nos gustó por que en la mesa de al lado nuestro se estaban fumando unos puros y el olor era insoportable. Pero aprovechamos para que David y Carolina compraran las credenciales de peregrinos, no sea que luego no les dejaran pasar a los albergues. Precisamente al llegar al de Palas del Rei no estaba la hospitalera, y mientras llegaba empezamos a bajar las bicis, maletas, alforjas, etc... luego David y yo nos acercamos al pueblo a buscar unos bocadillos para cenar los cuatro y a la vuelta ya estaba la hospitalera que me dijo que nos dejaba dormir por que había sitio de sobra pero que los sitios eran para los peregrinos y nosotros todavía no habíamos empezado, la intenté explicar que cada uno tiene el kilómetro 0 en un sitio, y que nuestro comienzo era ese, y para llegar a ese sitio no se hace unos kilómetros previos que por otro lado se convertiría en un nuevo sitio kilómetro 0, no lo entendió pero tampoco quise discutir cuando nos dejó dormir allí.
Antes de llegar pasamos por la curva del accidente, era ya muy de noche, estaban todas las carreteras nevadas, con hielo y no nos paramos mucho 3 kilómetros después estaba el albergue y teníamos prisa en llegar y poder descansar.
Como siempre que hay una cosa especial no descanso bien, estoy nervioso y en cada movimiento que había en la habitación yo me despertaba y miraba que pasaba y que hora era, a las 6:00h. David se levantó para ir al servicio y volver a acostarse pero para mi ya era tarde, me vestí con mi traje nuevo de invierno que inauguré ese día y empecé a preparar las bicis, luces, GPS, cuenta, alforjas, etc... David se pensaba que no íbamos a salir, estabamos a 1 grado, llovía y con la temperatura que había era agua/nieve, entre el frío, el aire, que era de noche, en Galicía amanece por lo menos 1/2 hora después que en Madrid, estaba convencido de que me había vuelto loco, fuimos además los primeros en despertarnos y los que despertaron al resto del albergue.
Nunca había visto a nadie abrigarse tanto para montar en bici, Belén casi no se podía mover y la tuve que insistir en que se quitara capas y se pusiera la ropa necesaria pero son pasarse.
Mientras ellas terminaban de prepararse David y yo dejamos el coche aparcado, en algún sitio durante un día y medio, tan y como teníamos pensado, dejar en el coche las maletas, ir a Santiago con lo necesario en las alforjas y luego volver en autobús a por el coche para seguir el viaje de turistas.
Además también como tenía calculado con unas alforjas nos era suficiente por lo que yo llevaba el peso y Belén iba sin las alforjas atrás, solo el transportín por si quería llevar allí algunas chaqueta o alguna cosa menor.
Belén - Palas del Rei - junio 2010 |
Paco y Belén - Palas del Rei - diciembre 2010 |
Estábamos más preparados físicamente, más preparados en medios, mejores bicicletas, menos peso, y un reto por conseguir, en este momento alguno hubiera dicho que no se podía montar en bici con esta temperatura y clima pero algo muy grande tenía que pasar para que yo no llegara al día siguiente a Santiago o incluso ese mismo día si hubiera ido solo.
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