sábado, 26 de junio de 2010

Nos queda Santiago. Y Conclusiones.

Aquí está Belén frente a la puerta principal de la catedral de Santiago, con cara triste, con la cara triste que se nos quedó a los dos, sin la emoción típica de los peregrinos cuando llegan. Yo no tengo ninguna foto en la plaza ni que se vea la catedral de fondo, mi pequeño castigo a la mala gente que rodea estos actos.

Ahora toca contar en esta última entrada en el blog un poco más sobre algunas de las sensaciones que hemos tenido en el camino.

Íbamos con miedo por la gente que nos íbamos a encontrar, ya habéis visto la gráfica del número de peregrinos como aumenta en años jacobeo, pero la verdad es que había muy poca gente en el camino, siempre con sitio en dónde dormir o comer y además sabiendo un poco donde buscar se pueden encontrar autenticas maravillas como nos pasó en varias ocasiones.

También nos comentaron que la gente era distinta en la zona de Castilla León a la zona de Galicia, especialmente con los ciclistas de Ponferrada a Santiago que son los 200 km. mínimo y de Sarria a Santiago para los que van andando que son los 100 km mínimo. Nos dijeron que cuando más atrás empiezas en el camino los peregrinos son como más auténticos, y cuanto más te acercas a Santiago son como más interesados o más pasotas. Esto son percepciones de otros que nosotros no llegamos a ver y no podemos opinar, quizá pueda tener su sentido.

También nos dijeron que de Sarria a Santiago el número aumenta considerablemente y llega un punto en el que las bicicletas tienen que ir todo el rato tocando el timbre para que se aparten hordas de peregrinos armadas con palos y conchas. Esto tampoco lo percibimos nosotros.

En esta segunda foto vemos a Belén abrazando al santo, coincidió que en ese momento estaba terminando una misa, era el viernes por la tarde y estaban moviendo el famoso botafumeiro, lo vimos desde un punto privilegiado y aunque no se pueden hacer fotos quité el flash de la cámara para no molestar y la hice esta a Belén. Yo seguí castigando al santo que no iba ni a abrazar, pero en el último momento me acerqué a decirle una cosa al oído. Un secreto entre él y yo.

Una cosa que no nos había dicho nadie pero yo si percibí es los distintos tipos de paisanos dentro del camino. Creo o por lo menos es una percepción mía, que las personas que comen directamente del camino son muy amables con los peregrinos, pero parece que los peregrinos molestamos a los secundarios y hay que ser como dice mi abuela de genero tonto para no darse cuenta que si no media Galicia si 50 km alrededor de cada pueblo del Camino come del Camino.

Observé que la tienda que vende un bollo para los peregrinos se porta muy bien con ellos, los invita, habla con el peregrino, le pregunta, es amable y le ayuda, pero el imbécil que le vende la harina a la señora que ha hecho la tarta para el peregrino no es nada simpático ni amable, y ese idiota no piensa que sin el peregrino la señora no le compraría la harina con la que luego hace tarta para el peregrino. Esto también es una percepción mía.

En esta foto con cara de pocos amigos estoy recordando lo que nos han hecho con la Compostela y todavía no lo había superado y me afectaba, ni las ricas almejas en salsa me cambiaron la cara hasta que posé para la foto.

Una cosa que no me gustó nada de la catedral no es solo que me la imaginaba mucho más grande, ni la limpieza que necesita su fachada llena de musgo verde y amarillo, ni las colas que se forman a la misma hora cuando a otras está vacía, lo que menos me gustó es ver tiendas dentro de la catedral.

Me acordé de los evangelios cuando Jesús echó a los mercaderes de la casa de su padre, daban ganas de sacar el látigo y golpear para quitar todas las joyerías y platerías que hay en la catedral y edificios pegados a ella, solo eché de menos que el cura al final de la misa en vez de ostias repartiera estampitas o conchas pintadas por un euro para hacer caja. Me pareció ofensivo que no cuidaran este aspecto de retirar los comercios del templo de culto. Quizá a Belén no la pareciera lo mismo ya que para celebrar que había vuelto a nacer la dije que se tenía que comprar algo y se compró unos pendientes y una pulsera en una de estas joyerías que yo critico, bueno en realidad estaba en otro edificio no pegado al edificio de la catedral.

Para comer ese día nos engañaron con una falsa parrillada cara y mal hecha. Pero para cenar fui yo quien engañó a mi estómago haciéndole creer que era normal cenar dos veces seguidas.

Pasamos a este restaurante y mientras todo el mundo estaba viendo jugar a España yo pedí cenar en un salón sin TV, y los dos solos mano a mano nos pedimos una mariscada, nos preguntó la camarera que si además queríamos primero algún entrante o con eso estaba bien para los dos, yo la contesté que teníamos hambre y la mariscada para dos era solo el aperitivo y que de segundo nos tenía que traer un arroz con bogabante para dos.

Después de comernos todos los bichos nos tiramos a por el grande que estaba en un arroz muy rico, apuramos la cazuela hasta el último grano.

Otra cosa que también es una percepción mía es que el camino es más duro en bicicleta que andando y voy a explicar el por qué lo pienso:

El camino es más bonito andando que en bicicleta, andando vas efectivamente por el CAMINO en mayúsculas, en bicicleta haces el recorrido de pueblo a pueblo como puedas, la mayoría de las veces por carretera, para hacer el camino por camino con la bicicleta tienes que ser un friki de la misma, tienes que ser el típico que sale todos los fines de semana a hacer descensos, saltos, y piruetas con la bici, tienes que tener una bici de 1.000 euros y no una como la mía que la conseguí con las tiras del tabaco Fortuna cuando juntando muchos envoltorios te daban un regalo, pues yo fumaba tanto como para conseguir esta bicicleta.

El camino andando es más de pareja, se habla más con el compañero, se avanza en paralelo y todos pueden seguir un ritmo parecido, el más rápido va a 6 km/hora y el más lento a 4km/h. es fácil adaptarse uno al otro. El camino en bicicleta es solitario, se circula en línea, se habla menos, las diferencias de fuerzas son muy grande y uno puede ir a 20km/hora mientras otro solo va a 10km/hora. lo que es más complicado adaptarse.

También hay que tener en cuenta que andar lo hacemos todos y todos los días, por su puesto no 20 o 30 kilómetros pero si andamos, sin embargo montar en bicicleta no lo hacemos todos los días, por lo que el entrenamiento no es el mismo y la adaptación a cada medio no es el mismo.

Cuando vas andando llevas máximo 10 kilos, 15 si eres muy bruto ya que se recomienda entre un 7 y un 10% de tu peso en la espalda y te compras una mochila que está pensado para eso, para andar y con peso, está preparada y tiene las costuras, correas y todas las cosas para que sea cómoda llevarla, sin embargo una bicicleta está pensado para montar sobre ella y circular pero no está pensada para llevar 20 kilos sobre la rueda trasera y empujarla cuesta arriba por una montaña desde el manillar, es un trabajo duro, incómodo y antinatural que requiere mucho más esfuerzo.

Para una persona preparada, deportista, entrenada o más cualificada posiblemente la bicicleta sea más cómoda, para nosotros lo único que supuso es que de Astorga a Santiago andando son entre 12 o 15 días y en bicicleta nos los podíamos hacer en solo 6, pero respecto al trabajo y esfuerzo creo que hicimos más en bicicleta que si hubiéramos empezado por ejemplo en Sarria y partido desde aquí andando.

Aun esto si lo tuviera que repetir cosa que ya he dicho que no descartamos, sino todo lo contrario, posiblemente lo hiciéramos en bicicleta, le estoy cogiendo el gustillo a montar en bicicleta y nunca se sabe si después de estos días seguiré montando, con más experiencia, más preparados y con más calma pero en bicicleta, la sensaciones que teníamos en la bajadas, los paisajes, el pasar en un solo día por tantos sitios no tiene tampoco comparación, había tardes que comentábamos el sitio bonito que habíamos estado ayer y luego nos dábamos cuenta que había sido esa misma mañana, solo que habían pasado tantas cosas que parecía imposible que todo fuera en un mismo día.

Igual que el camino nos pareció super barato, comer, dormir, estar, hacerlo, todo es super barato, Santiago es todo lo contrario, tenía una previsión de lo que nos íbamos a gastar por día. Día a día nos íbamos gastando menos de lo pensado, y es que dormir los dos por 10 euros es un regalo, comer tampoco comimos mucho ya que estábamos llenos con tanta agua y tanto isostar y tanto líquido, pero fue llegar a Santiago y dormir costaba 4 veces más, comer 4 veces más, y todo 4 veces más, si sumamos los 4 detalles para los niños, etc... pues resulta que todo lo ahorrado y un poco más se lo llevó Santiago. También tuvimos que coger varios taxis para movernos de un sitio a otro al estar Belén con la pierna mal, etc...

Si en el camino salíamos a solo 50 euros o quizá menos entre los dos por día, un verdadero chollo, en Santiago llegábamos a los 75 o quizá casi 100 euros pero cada uno y día.

En esta foto de regreso en el tren acaba de recordar lo sucedido en esta semana y se me habían escapado unas lágrimas.

Los dos hemos acordado que nos gustaría repetir y hacer en otra ocasión el camino. No tiene que ser este año ni el que viene, o si, como diría un gallego, pero es una cosa que no descartamos, además lo haremos con otra experiencia. Podríamos hacer en cualquier momento los 65 km que teóricamente nos faltan aunque por otro lado nos han dado el título como que no nos faltan pero los tenemos como no religiosos (un lío), pero hemos hablado que si lo hacemos en otra ocasión debe ser como mínimo desde el mismo sitio, Astorga-Santiago y si puede ser hasta desde más atrás, León, Burgos o si se pudiera Roncesvalles.

A partir de la segunda quincena de agosto volveré a empezar a ahorrar pero esta vez, el año que viene, nos iremos como había dicho en otra ocasión 10 días al Caribe que nos saldrá más económico, además Paula ya me recuerda que dentro de dos años la he prometido que nos vamos a ir los 4 a hacer un super viaje juntos. También está la posibilidad como ya anuncié en otra ocasión que alguien quiera que nosotros hagamos viajes por él, prometemos contarlo y si es necesario tener experiencias místicas, paranormales o muy especiales como en esta ocasión solo necesitamos financiación.

El resto de las anécdotas que aún nos quedan me las guardo para no hacer más extenso este viaje que bastante letras y páginas del futuro libro 2010 se está llevando.

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