Etapa 1: Astorga - Rabanal del Camino.

El comienzo siempre es raro, contra lo que se pensaba mucha gente especialmente todos los compañeros del trabajo no tenía ni idea de lo que tenía e iba a hacer en cada día, no sabía a dónde tenía que ir, ni a dónde iba a dormir ese primer día.

Coincidimos Belén y yo que para no ir muy agobiados con el tiempo y dado que el domingo llegaríamos descansados debíamos de comenzar esta misma tarde así que al bajarnos del tren un poco raros por ir con todos los bártulos pero con los pantalones vaqueros y ropa normal preguntamos por un albergue.

Así llegamos hasta uno en la otra punta del pueblo y allí compramos la credencial de peregrino además de pedir permiso para pasar y cambiarnos y una vez con el disfraz de ciclista puesto empezamos nuestro camino.

Astorga nos pareció bonito, un pueblo grande con una catedral, un punto clave y emblemático en el camino, un buen logar para comenzar, en la primera foto se ve una iglesia diseñada por Gaudí y junto a ella la catedral por su puesto mucho más antigua.

Empezamos a ver las primeras señales y flechas amarillas que indicaban el lugar por el que teníamos que ir, pronto nos familiarizamos con estas indicaciones y así conseguimos salir del pueblo y apuntar hacía el siguiente.

En esta segunda foto ya se ve el camino. El camino no es siempre igual, cambia dependiendo de la zona, provincia, pueblo, y algunas veces era tan bueno como este que se ve aquí en esta foto y otras era impracticable para la bicicleta a no ser que fueras un loco de la mountain bike.

Acabábamos de empezar y no teníamos ningún objetivo para ese día, yo pensaba que en todos los pueblos había albergue o algún sitio en el que dormir pero tampoco lo tenía claro o con seguridad al 100% aunque esto no nos quitaba las ganas de continuar.

Por lo poco que había visto en internet sabía el nombre de dos de los pueblos siguiente a Astorga y era más o menos el objetivo que sin decirlo tenía pensando. Ganso era el nombre del pueblo pero no me había preocupado de mirar la distancia, calculé que por lo menos estaría a 20 o 30 km y que ya sería un buen recorrido. Realmente Ganso estaba a solo 12 km, y gracias a Belén andamos mucho más, hasta Rabanal del Camino.

Rabanal del Camino era el nombre más distante que tenía yo en mente, después de ese solo conocía Ponferrada y Santiago, Rabanal del Camino era como un reto complicado de conseguir el primer día, y más pensando en que Belén no podría llegar hasta allí el primer día.

La realidad es que desde Astorga hasta Rabanal del Camino fue todo una continua subida, una cuesta arriba de 20 km que me resultó completamente agotadora.

Llegó un momento en el que yo no sentía las piernas o mejor dicho solo sentía pinchazos en las piernas, veía como Belén se iba distanciando y me iba preguntando que si me esperaba, yo la decía que mejor que no, que terminaríamos los dos tirados, que mejor que siguiera esos 200 o hasta 500 metros por delante sin perder su ritmo y ya haría yo lo que pudiera por aguantar y no perderla de vista. Sentía unos pinchazos en los gemelos pero principalmente en los muslos que no sabía si bajarme de la bici y renunciar casi antes de empezar.

Me acordé de la falta de entrenamiento de lo feliz que las veía yo y lo fácil que pensaba que iba a ser, me di cuenta de que por no tener no tenía ni la bicicleta adecuada, que no tenía nada organizado, que necesitaba cosas que estaban en el fondo de las alforjas, pensé que estaba en medio de nada, en medio del campo sin otra cosa que una bici y solo me consolaba que a unas malas todavía tenía todo el dinero, suficiente para coger hasta taxi e ir directamente a Santiago no sin antes parar en un contenedor y tirar para siempre la bici.

En estos pensamientos y sufriendo un dolor grande en las piernas estaba cuando llegamos hasta otro pueblo, al leer el cartel no me lo podía creer, Rabanal del Camino. Este era el máximo que me había marcado como un logro, estaba destrozado, me dolía todo el cuerpo y llevábamos en la bici apenas unas horas, desde las 17:00h. que nos bajamos del tren hasta las 20:00h. que habíamos llegado al albergue habíamos recorrido Astorga, nos habíamos cambiado, habíamos comprado las credenciales, habíamos pasado por otros cuatro pueblos, parado a llenar las cantimploras, a comprar dos conchas para llevar de forma visible en la bici y que además nos sirviera para llevársela a Socorro a Fuente el Sauz para su regreso, dentro de estar destrozado había sido un buen día.

Podíamos decir que habíamos empezado y que ya eramos peregrinos. No sabía muy bien como era eso de "un albergue" y preguntamos nada más llegar al pueblo, además nos dijeron que un poco más adelante había uno que estaba fenomenal llevado por unos monjes franceses que lo tenía muy bien cuidado y muy bonito pero estaba por lo menos a 200 metros cuesta arriba por la calle principal, esos 200 metros se me hicieron una distancia insalvable, con todo nuestro dolor pagamos los 5 euros en este albergue, nos duchamos y nos fuimos a comer un bocata y una cocacola antes de acostarnos.

Nada más meterme en la litera pensé en que iba a tardar cuestión de segundos en dormirme pero mi insomnio me volvió a jugar una mala pasada, dando vueltas y vueltas en la cama, escuchando a otros dando vueltas como yo, la última vez que miré el reloj eran las 2:00h. de la mañana, nos habíamos acostado a las 22:00h. lo que significa que llevaba 4 horas molesto y solo pensando en lo que nos esperaba al día siguiente, pensando en los dolores de rodilla, de piernas y en la de cosas que tenía que escribir en el blog al regreso del Camino.

Recordaba cuando durante el viaje a Astorga en el tren comentábamos Belén y yo sobre cuándo íbamos a repetir el viaje y luego entre risas convenimos en que se notaba que estábamos hablando antes de empezar y que este mismo pensamiento quizá no lo tuviéramos una semana después.

Anoté los datos del cuentakilómetros de la bici y fueron los siguientes:

Distancia recorrida: 21.8 km
Velocidad Máxima: 34.5 km/hora.
Velocidad Media: 10.1 km/hora.
Tiempo sobre la bici: 2:10 horas.