sábado, 12 de agosto de 2006

La bici para pasear.

Estas fotos rescatadas del verano del 2006 son de un paseo por el pueblo.

Belén estaba muy orgullosa de su bici Globe Trotter del Carrefour, la mejor bici que había tenido hasta entonces, con ella y con la ayuda de la cesta iba a comprar y con la silla de atrás podía llevar a Marcos.

Se la compró en el año 2000 cuando todavía no tenia el carnet de coche y aunque yo siempre pensaba que eso de la bici era una pérdida de tiempo que no servía de mucho a ella la encantaba.

Este verano como todos nos la llevamos al pueblo y también la que acabábamos de comprar a Paula en Torrevieja y manejaba bien con sus dos rueditas traseras.

Durante estos veranos lo que más me fastidiaba era cargar las bicis en el coche, pensaba que no merecía la pena la que liaba poniendo la baca del coche, luego las barras de la bici, luego subirlas, luego repetir la operación a la inversa para dejarlas en el pueblo y al regreso dos semanas después otra vez lo mismo al reves, y todo para dos paseos. La bici en el pueblo la cogía una o dos veces a la semana y un máximo de una hora, y para eso liábamos una historia para llevarlas y traerlas.

Yo muchos veranos ni llevaba la mía, pasaban años sin cogerla, era la bici BH que había conseguido con las tiras del tabaco, consiguiendo puntos por fumar junté como para pedir una bicicleta de montaña que no llegué a utilizar practicamente nunca.

Paula había pasado del triciclo a esta bici y la gustaba mucho. Marcos que era un llorón en la bicicleta dejaba de llorar, alguna vez teniendo una rabieta de las que entonces era normal en él le subimos en la bicicleta y después de unos metros se callaba y en otros metros más se dormía y quedaba tranquilo.

El resto del año, fuera del mes de vacaciones, no usábamos las bicicletas para nada. Pero sin embargo el montar 5 veces en 15 días nos parecía un montón, casi como pasar un verano dedicado al ciclismo.